“Estoy cansado” dijo Jesús Murillo Karam, procurador General de la República. El funcionario federal no necesita decirlo, se le ve en la cara. Los estragos de la vigilia por tantos problemas de inseguridad que le revientan en su propia casa, su adicción al cigarrillo y la información de que padece un cáncer, serían en circunstancias normales para un hombre promedio, razones suficientes para retirarse a descansar.
Pero Murillo Karam se empecina en seguir al frente de la PGR pese a las fallas más que evidentes en su manejo. Su quejido, su desasosiego y su falta de paciencia pareciera que ya lo llevaron al límite, pero sigue en el puesto.
Si los padres de los normalistas desaparecidos tuvieran la oportunidad de quejarse como el funcionario, también dirían, “estamos cansados”.
Cansados de ir y venir de Iguala al Distrito Federal y no encontrar respuestas suficientemente creíbles que les hagan descansar de largas noches de pensamientos tristes ante la ausencia de sus hijos.
La expresión de Murillo Karam es también el reflejo de un sistema de gobierno que nació cansado, el nuevo aire que quisieron imprimirle a una administración priísta que se suponía venía por sus fueros, se desinfla muy rápidamente.
A ello se une la ausencia de Enrique Peña Nieto quien decidió partir hacia tierras lejanas buscando quién sabe qué, pero que pudiera traducirse en tranquilidad ante el desbarajuste que dejó en el país y que no haya como arreglar, así, en tanto él anda en Australia y China, aquí la inconformidad y el cansancio crecen exponencialmente.
Y paradójicamente no crecen sólo en los ciudadanos, sino en los propios funcionarios de gobierno que no tienen alguien que les lideree de manera efectiva.
Cuando se trata de mostrar liderazgo, Peña Nieto se esconde o se va de viaje al lugar más recóndito de la tierra, lejos, muy lejos de México y sus problemas.
El cansancio ciudadano les está explotando muy cerquita, en Palacio Nacional la noche del sábado cuando incendiaron los manifestantes anarquistas, dicen, la puerta principal de ese símbolo arquitectónico. También cuando los estudiantes rodearon la sede de la PGR en la avenida Reforma.
Mientras los medios de la Ciudad de México intentan minimizar las marchas, y las autoridades del Distrito Federal dicen que sólo son 20 mil manifestantes, las fotografías muestran que son cinco veces más esa cifra de personas inconformes con la manera como el gobierno priísta está manejando al país.
Los ciudadanos también estamos cansados…
LA FRASE:
“Quiero decir, para aquellas voces que sugerían no asistir: no hacerlo, señores, sería actuar con irresponsabilidiad, quizá lo más fácil, lo más cómodo hubiese sido dejar de atender este compromiso que es de México, no sólo es del presidente”, palabras de justificación de Enrique Peña Nieto en su escala ayer en Anchorage, Alaska, en su viaje a Asia y Australia donde intervendrá en dos cumbres mundiales.
A veces lo más cómodo es huir de los problemas, el problema es que cuando regresas hay un “problemón”, algo que no tiene calculado Peña Nieto.
Además no nos extraña la decisión de irse, ya lo hizo cuando explotaron las oficinas de Petróleos Mexicanos en el D.F., él prefirió irse de vacaciones a Punta Mita junto con su familia, en lugar de cancelar y quedarse a ver cómo se resuelven las cosas.
La política del avestruz, tan socorrida por los políticos.
HOMENAJE AL DR. RUY PÉREZ TAMAYO
El médico tampiqueño Ruy Pérez Tamayo recibió un homenaje en su ciudad natal en el que estuvo presente el secretario de Salud, Norberto Treviño quien desarrolló diversas actividades en el Puerto.
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