MATAMOROS, Tamaulipas.- Porque en el 2014 la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reportó que el 23 por ciento de toda la energía que se consume en Matamoros es robada, es decir, que dos de cada 10 hogares tienen “diablitos” o algún otro método de hurto, la paraestatal busca la manera de solucionar el problema que provoca grandes pérdidas.
Durante la reunión del Consejo Consultivo de la CFE en el inicio del 2015 el superintendente Rogelio Medina Andrade presentó a los representantes del sector empresarial y autoridades municipales algunas de las posibles soluciones al problema del robo de energía.
Explicó que una de ellas es contar con medidores que se instalarán a nivel de las líneas de media tensión, con lo que quedarían fuera del alcance de la mayoría de las personas.
“A nuestro cliente le entregaríamos solamente un indicador de consumo para que vea cuánta energía consume, pero estaría fuera del alcance de cualquier persona manipularlo”, señaló.
En la reunión se habló de que esta propuesta ya se presentó a las oficinas centrales de la CFE y confían en que se autoricen los recursos necesarios para proceder al cambio de los medidores.
Ahí mismo se dio a conocer que los tiempos de interrupción en el suministro eléctrico disminuyeron notablemente durante el 2014.
Se tocaron varios puntos, entre ellos, tres importantes: desempeño de la CFE en Matamoros durante el 2014, mediciones de satisfacción de los clientes y la Ley de la Industria Eléctrica.
La CFE atiende la Zona Norte con un total de 214 mil 993 clientes correspondientes a los municipios de Matamoros, Valle Hermoso, San Fernando, Villa de Méndez y lado Sur de Río Bravo.
Entre la información que emitió Medina Andrade, manifestó que en Matamoros la capacidad demandada de energía es de 306.07 MVA, pero se cuenta con una capacidad instalada de 462.5 MVA, es decir un 34 por ciento de reserva.
En Valle Hermoso el consumo es de 42.68 MVA y se cuenta con una reserva del 39 por ciento; para San Fernando la capacidad demandada es de 18.82 MVA y se cuenta con un 53 por ciento de reserva, es decir, que existe capacidad para atender a más usuarios en casas habitación y en su defecto también para la industria maquiladora.
Medina Andrade, resaltó que en Matamoros el tiempo de interrupción por usuario ha venido disminuyendo con el paso de los años, pues de 189.9 minutos que se registraron en el 2009, para el 2014 apenas si alcanzó los 24.19 minutos en todo el año.
Entre las principales causas se encuentran las descargas atmosféricas, falso contacto, área verde y contaminación.