CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El asesino, que diera muerte a machetazos al jornalero Santiago Torres Muñiz, en hechos ocurridos el pasado domingo primero de marzo, en el ejido Guadalupe Adame, ya se encuentra en la cárcel, luego que fuera entregado a elementos de la Policía Ministerial del estado destacamentados en ese municipio.
El regreso
El hambre y el frío lo hicieron regresar a la escena del crimen, su domicilio particular, donde su madre al verlo llegar lo corrió y le pidió que se entregara a las autoridades, siendo retenido por vecinos de la comunidad.
José Manuel Guevara Sánchez, de 30 años de edad, originario de El Mante, Tamaulipas, de ocupación jornalero, es el homicida confeso de su compañero de parranda, Santiago Torres.
Fue retenido por los comuneros de Guadalupe Adame, quienes dieron aviso a las autoridades ministeriales y se lo entregaron, siendo trasladado a las oficinas de esa corporación y puesto a disposición del Ministerio Público Investigador para continuar con las indagatorias del caso.
Lo detienen y confiesa
Según los datos por las autoridades, fue al filo de las 00:00 horas del pasado domingo, cuando la delegada ejidal, los alertó de que Guevara Sánchez se encontraba retenido por los comuneros y que solicitaba su presencia.
Ya en las oficinas de la corporación, José Manuel narró que el día de los hechos se encontraba bebiendo junto con el hoy occiso, quien le empezó a reclamar que porqué miraba insistentemente a su vecina, exigiéndole que no estuviera mirando hacia donde estaba la muchacha, “yo no podía andar ahí con ella”, le dijo y que cada vez que bebían juntos en su domicilio, le hacía el mismo reclamo, pero que en esa ocasión, Santiago lo retó a golpes y él también reaccionó y lo aventó cayéndose al suelo.
Añadió que al levantarse Santiago y más enfurecido, trató de alcanzar un machete para “agandallarlo a él”, pero que lo volvió a aventar y se cayó, golpeándose con una piedra, momentos que aprovechó para tomar el machete y que como ya andaba molesto por los constantes pleitos que sostenía con él, le asestó un machetazo en el cuello en los momentos en que Santiago intentaba levantarse.
Dice que ya herido casi de muerte, arrastró a su víctima casi 40 metros de la entrada de su casa hacia la parte trasera del inmueble, siendo en ese momento cuando su madre, que regresaba de una reunión, se percató que llevaba arrastrando a su compañero de parranda, gritándole que qué había hecho, contestándole: “Ya, pues ya lo maté, ya qué hago”, y que cuando su mamá se iba para denunciarlo ante la Delegada del ejido, vio que Santiago sólo iba medio herido porque se movía, y por lo pesado que estaba ya no pudo jalarlo, siendo entonces cuando lo remató asestándole otro machetazo en el cuello y después huyó del lugar hacia el monte de la sierra.
Se entregó
Se da cuenta que tras pasar hambre y frío, José Manuel Guevara Sánchez decidió regresar a su casa pero como su madre no le abría la puerta y le insistía que se entregara a las autoridades, decidió ir a la casa de la autoridad ejidal, pero antes de llegar fue retenido por los hijos de la misma Delegada, quienes al verlo se armaron de machetes y que al ver que podía ser agredido, les dijo que quería entregarse a las autoridades, asegurándoles que: “no voy a correr, por eso me estoy presentando aquí, vengo a entregarme”, les dijo.
Finalmente José Manuel externó reiteradamente a los elementos ministeriales que se estaba entregando, “yo reconozco el delito y asumo la responsabilidad, pero quiero que quede claro que él empezó a provocarme”.
Así mismo, el homicida confeso reconoció ante el fiscal investigador, un machete color negro con cachas de hule de material de llanta de aproximadamente 69 cm con la leyenda “Legítimos”, como el arma con la que dio muerte a Santiago Torres Muñiz.