CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Un matrimonio y su pequeño hijo estuvieron a punto de morir, pues debido al exceso de velocidad y el aparente estado etílico en el que conducía la madre de familia, ésta perdió el control del volante y chocó contra un árbol, quedando prensados en el interior del vehículo.
En dos ambulancias y el camión de rescate, paramédicos de la Cruz Roja auxiliaron a la familia a las 23:30 horas del sábado, en el libramiento Emilio Portes Gil, con calle Felipe Berriozábal.
Con ayuda de las “quijadas de la vida” liberaron de entre el automóvil a María Fernanda Hernández Torres, de 19 años, y su esposo Arón Salazar Castillo, de 28 años, ambos con domicilio en la colonia Ampliación Alta Vista.
La joven ama de casa sufrió fracturas en ambas piernas, mientras que su pareja presentaba golpes en tórax y lesión en cervicales, por lo que fueron trasladados al Hospital General donde permanecen internados.
Los socorristas se llevaron a su hijo, de dos años, al Hospital Infantil, debido a que tenía un escalpe en la región frontal.
El perito de Tránsito Ángel Bernardo García Ruiz, informó que los lesionados viajaban a bordo de un vehículo Dodge Neón 2001, conducido por María Fernanda.
En el interior del vehículo los agentes de vialidad hallaron latas de cerveza, por lo que se presume que la pareja andaba bajo los influjos del alcohol.
La trayectoria de Hernández Torres era sobre el libramiento Portes Gil y al llegar a la altura con la calle Berriozábal, perdió el control del volante y declinó a su derecha hasta abandonar la superficie de rodamiento.
Posteriormente se estrelló contra un árbol de ornato propiedad del Ayuntamiento, al cual quedó “abrazado” el vehículo.
Automovilistas que pasaban por el lugar llamaron al número de emergencias y solicitaron el arribo de los cuerpos de auxilio.
Una grúa remolcó lo que quedó del Neón al corralón.