1.- Que los hombres de empresa hagan negocio con el sector público de la economía, es un hecho universal desde los orígenes del capitalismo; pero una cuestión es hacer negocios con el Estado, y otra asociarse con el mismo para desarrollar la infraestructura u ocuparse de ciertos servicios que competen al sector público.
2.- En lugar de que el Estado se ocupe de ella, ahora sólo asigna sin licitación, las obras o los servicios, para que los empresarios se ocupen de ellos, de modo permanente e institucional.
3.- Verdaderos convenios de asociación en los que no se contempla una presencia compartida de las dos partes, sino de una virtual sustitución del Estado por los empresarios privados, que se encargarán de la obra o del servicio público. Es evidente que estamos ante un intento legislativo de legalizar la corrupción, y de convertir al Estado en un instrumento de promoción de los intereses privados.
4.- Los favorecidos por la asignación de un contrato inspirado por la nueva legislación, podrían estar seguros de que sus ganancias estarán generalizadas, sin ningún beneficio para el Estado ni para el erario público.
5.- Y en el caso de que el empresario, por inepto, corrupto o ladrón, eche a perder la obra o el servicio, ya no quedará obligado a reparar el daño, pues de ellos se encargará el Estado, es decir, el daño se reparará con cargos a todos los contribuyentes.
6.- Si en las condiciones de la actual legislación se regula la prestación de servicios o la realización de obra pública por parte de los empresarios, corruptelas y fraudes al por mayor han sido noticia casi diaria.
7.- Imaginemos lo que ocurrirá si la nueva legislación, que permitirá asignar contratos sin licitación ni castigo para los infractores o los ladrones, y la reparación, siempre que ésta sea efectiva, de los daños que los malos manejos de los contratos y del dinero del Estado causen al patrimonio nacional.
8.- Por ello son exitosos personajes como Carlos Slim Helú, accionista de las empresas de telefonía fija y celular, con intereses en la construcción de infraestructura, el sector industrial y en los servicios financieros, y que según Forbes es el 2º hombre más rico del mundo.
9.- Su riqueza se sitúa en más de 69 mil millones de dólares, con una fortuna mayor a mil millones de dólares le siguen: Ricardo Salinas Pliego (tv Azteca y Elektra) y Alberto Bailleres, propietario de la minera Peñoles y las tiendas El Palacio de Hierro.