MISSION, Texas.- La cacería del “coyote” inició en el sur de Texas en donde agencias policiacas de ciudad, condado, estado y federal se unieron para que en esta temporada la región quede limpia de los contrabandistas de personas. Para el efecto, requieren del apoyo del público y la denuncia sería el arma más eficaz que pudieran usar en contra de los sujetos que trafican con personas.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas, por ejemplo, está ofreciendo dos mil 500 dólares a quien aporte información con la que se llegue a la guarida del “coyote”. La denuncia es anónima y se pagaría igual si proviene de México, dice Johnny Hernández, portavoz del Departamento de Seguridad Pública.
Aunque pudiera sonar un tanto imposible hacer una limpia de “coyotes” en esta zona bastante transitada por ellos, Raúl Ortiz, jefe de Operaciones de la Patrulla Fronteriza, dice que si se puede. “Con el apoyo del público si podemos”, asegura. “Podemos empezar a hacer una diferencia aquí en el sur de Texas”. Agrega que las organizaciones están muy desesperadas y empiezan a desplazarse a otras zonas. “Queremos cambiar la forma en la que hacen negocios, queremos llevarlos a la quiebra”, advierte Ortiz. Hace solo unas horas,
las agencias de la ley enviaron el mismo mensaje a la comunidad del sur de Texas: “la denuncia del público podría acabar con los coyotes”.
El Sheriff del Condado Hidalgo, Eddie Guerra dice que esperan que con esa unión de agencias de la ley los criminales encuentren cada vez más difícil operar. Pero a pesar del éxito que las agencias de la ley tengan en su pelea contra el crimen, se requiere que se unan ciudadanos interesados. “Si ven actividad sospechosa en la tienda, en el campo, podría tratarse de un evento de contrabando humano, yo les pido que lo reporten”, clama Guerra. “Ustedes la comunidad son siempre y serán siempre el más grande recurso que tenemos para combatir el elemento criminal en todos los frentes”.
Su portavoz del Sheriff, JP Salinas, agrega que las condiciones en las que los inmigrantes son encontrados en las casas de seguridad son infrahumanas. Pero eso no es todo, habría que agregar los casos de secuestro, extorsión y agresiones sexuales a las que son sometidos.
José Luis Perales, vocero de la Patrulla Fronteriza indica que frecuentemente en las casas de seguridad los inmigrantes son encontrados en condiciones deplorables. En las entrevistas que los agentes hacen a los inmigrantes el comentario de ellos es palabras más palabras menos “si hubiera sabido que iba a estar así no habría venido”, cuenta Perales.
La Patrulla Fronteriza abrió las puertas de una de esas propiedades, es una casa móvil situada sobre la calle Monte Calvario, en el norte de Mission. Todo el piso de la casa está impregnado con cal, una forma de desaparecer las pulgas y garrapatas que tenían infestado el lugar y que con seguridad afectaron a los 18 inmigrantes que ahí mantenían. “Estaban sin agua, sin comida, sin atención”, dice Perales. Los oficiales del Sheriff los encontraron, luego hablarían a la Patrulla Fronteriza para que se hiciera cargo de ellos, dos mexicanos y el resto centroamericanos. “Es muy triste verlos”, dice Perales porque lo que vinieron buscando en los Estados Unidos no fue estar en estas casas, agrega. A los vecinos les preocupa que en su vecindario este tipo de situaciones ocurra frecuentemente.
Martha Navarro, vive justo al frente de la casa marcada con el número 16011 donde fueron encontrados los inmigrantes indocumentados. Pero a Martha le preocupa que hace unos meses la misma casa fue usada para albergar inmigrantes indocumentados. “Salgo y echo llave, llego y me encierro con llave”, es duro vivir así, dice. Frecuentemente donde hay inmigrantes indocumentados hay armas y droga y el temor es que surja alguna balacera en donde ella y su familia resulten lastimados. “Solamente una vez vi que llegó un carro”, cuenta la angustiada vecina.
Atrás de la casucha móvil hay dos más pequeñas en las que quedaron los vestigios de lo que una vez fue un colchón. De acuerdo a estadísticas de la Patrulla Fronteriza desde el primero de octubre pasado al 16 de febrero de este año han sido rescatados alrededor de 250 inmigrantes indocumentados. Pero ellos no fueron encontrados en casas de seguridad sino en cajas de tráileres, escondidos entre verduras, en cajuelas de autos o en contenedores especiales dentro e los camiones. Los que han sido sacados de esas casas son más, muchos más, pero por desgracia los huéspedes de estas residencias llenas de pulgas, cucarachas y garrapatas, sucias y de olores nauseabundos llegan todos los días.