LO CLARO. Cuando enunció Porfirio Díaz su célebre frase “pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos” tenía el 50% de razón.
La cercanía al país de mayor moral disipada, habría sido un tema coyuntural familiar. Sin embargo, no funciona en esos términos.
La Semana Mayor –Semana Santa- representa la oportuna razón para la convivencia familiar. Que desde antaño tomamos con el estricto y cabal cumplimento los mexicanos.
Costumbres que superan la globalización.
Tiempos que dentro de las creencias religiosas –y los que no lo son- cuidamos con esmero, a pesar de no ser fechas de observancia en el calendario oficial. Caso concreto de Tamaulipas.
Registró en las fechas venerables (hasta antes del sábado de Gloria) una afluencia de familias y visitantes de diversos confines del país, en cantidades superiores a 1 millón 200 mil turistas.
Los principales destinos, las costas de éste Estado. La Playa Miramar; la de Matamoros igual que la de San Fernando y en La Pesca (Soto La Marina) hicieron la delicia de los paseantes y
el esparcimiento familiar.
Y en contrapeso a la cercanía con los vecinos del norte; la valoración monetaria de nuestra moneda, fortaleció al consumo doméstico.
Ocupación al cien por ciento en destinos de playa. Así lo informa el Gobierno Estatal, que con más de 8 mil efectivos de seguridad brindaron las condiciones de vigilancia a los tamaulipecos y a sus huéspedes.
LO CLAROSCURO. Aprovechando el tema religioso.
Es, la manifestación cristiana, un movimiento que conlleva muchas aristas de interesante observación. Para quienes profesan la fe y para los estudiosos de los fenómenos sociales.
Aquí una pequeña serie de nombres, que nos darán una pauta ideológica.
Jacobo, murió por espada, a manos de Herodes. Pedro, crucificado (invertido, o de cabeza); Mateo, también de Espada.
Santiago, a consecuencia de golpes de garrote. Bartolomé, martirizado; Tomás, por herida de lanza; Matías, lapidado. Pablo, torturado; Andrés, crucificado. Judas, por ahorcamiento.
Solamente Juan, tras haber sido torturado en un caldero de aceite y sobrevivir al martirio, escribió el libro ‘Apocalipsis’. Falleció de 94 años en Grecia, de muerte natural.
La superposición: el movimiento democrático de la vida política de nuestro país, atestiguó la consolidación de la nueva corriente que daría paso a lo que llamamos ya ‘candidaturas independientes’, tras más de 70 años de hegemonía de los partidos políticos.
Sin embargo, nació enferma, la opción de alternancia.
Es quizá, Jorge Castañeda (ex canciller) el primer testimonio del impulso a encabezar esta figura político-democrática.
Tras los recientes resultados de la primera ronda (2015), donde en las boletas electorales se da la opción a ciudadanos a ser electos y encabezar la gobernabilidad en alguna de sus manifestaciones populares, el resultado tornó en una inaceptabilidad de la ciudadanía votante.
Un gobernador (de Nuevo León y de raíces priistas); un diputado federal (hijo del Maquío Clouthier; llámese panista); un diputado local y tres alcaldes. Fue todo lo obtenido de más de 7 mil puestos disputados.
Los contundentes hechos, han demostrado que los independientes ‘no son tan independientes’ y que la figura política que daría real aliento a la ciudadanía y el hartazgo de ésta sobre “los mismos de siempre”, deberá esperar un tiempo largo (como el ‘establishment’ de la iglesia) hasta que tome su verdadera estatura, la figura independentista.
No tendrá la altura suficiente un ‘bronco’ o cualquiera que emane de otro partido político, que busque convencer a México entero, que ‘el independiente’ es la mejor opción para ser el Presidente de éste país, de cara a los comicios de 2018.
Falta mucho aún, para aceptar la verdadera independencia de México.
COLOFON. De igual forma, dice en Proverbios “beban y olvídense de su necesidad y de su miseria…” pero tampoco hay que interpretar ‘tan’ al pie de la letra.
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro