CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La activación de una contingencia ambiental por la pésima calidad del aire que sufren los habitantes de la ciudad de México, es inimaginable que pudiera aplicarse a mediano plazo en algunas ciudades de Tamaulipas.
Hasta ahora.
No obstante que el presente todavía no se considera de peligrosidad alta, los especialistas observan un riesgo a futuro si no se invierte en una estrategia de transporte público muy eficiente y una
cultura de preservación del medio ambiente entre la sociedad.
El reto quedará para la siguiente administración que deberá acentuar el convencimiento para que los automovilistas inviertan en la afinación de los vehículos o de lo contrario, deban pagar sanciones por
contaminar, previo arreglo obligatorio de las unidades en que se transportan.
Y es que los automóviles son la principal fuente de contaminación del aire y según el Censo de Población y Vivienda del INEGI, el 54.7 por ciento de la población en el Estado, posee automóvil.
La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) revela que diariamente entran por la frontera de Tamaulipas más de 100 vehículos de procedencia extranjera, vehículos en malas condiciones mecánicas y altamente contaminantes, de las cuales el 32.1 por ciento se quedan en la entidad.
Un estudio del Gobierno del Estado sobre los registros de emisiones de gases de efecto invernadero refieren que Tamaulipas emite 22 millones 100 mil toneladas de dióxido de carbono, el 3 por ciento del total que se emite en el país.
A detalle, el estudio indica que 37.4 por ciento provienen del sector transporte, 32 por ciento del consumo de energía eléctrica, 14.3 del sector industrial, comercial y residencial, 8.6 por ciento del sector agropecuario y el resto de otras fuentes.
Estos niveles no son malos de acuerdo a lo que reveló en entrevista el subsecretario estatal del Medio Ambiente, Heberto Cavazos Lliteras, quien aseguró con base a estudios muy detallados, que se tiene la certeza de que el aire es de calidad, sin embargo agregó que hay proyectos piloto para desarrollar el programa de verificación de emisiones en el Estado.
LAVADO NATURAL DEL AIRE
Dijo que la gran ventaja de Tamaulipas son sus vientos dominantes que permiten un lavado permanente de la atmósfera, que contrastan con la megalópolis que tiene como centro al Distrito Federal y está integrada a una cuenca compartida con otros Estados como Hidalgo, Puebla y otros vecinos.
En conjunto, su número de vehículos y la cantidad de emisiones de toda esa cuenca, rebasan la capacidad natural para la dispersión de estos contaminantes antes de que generen un problema de salud.
MONITOREO PERMANENTE
Acá en Tamaulipas, se deja instalado un sistema muy eficiente de monitoreo de la calidad del aire con equipos en Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Victoria, Mante, Tampico, Madero y Altamira.
Estos equipos monitorean partículas menores a 10 micras, que son la fracción respirable y que por tanto puede tener una repercusión a la salud.
El funcionario comentó que esta red opera en coordinación con los municipios, y al gobierno estatal le corresponde dar el mantenimiento, la operación y análisis de filtros.
Esto ha permitido tener la certeza de que la calidad del aire está dentro de la Norma Oficial Mexicana (NOM), sin embargo, mencionó que el estado tiene un parque vehicular muy importante, puede llegar al millón de autos y los modelos no son recientes.
CARROS CHUECOS ENSUCIAN EL AIRE
Una desventaja que se debe considerar es la circunstancia geográfica de Tamaulipas con vecindad hacia los Estados Unidos, que ejerce una presión importante de carros irregulares que circulan en muy mal estado.
En una estimación sencilla, dijo que se sabe que los automóviles con 10 o más años rodando, tienen un nivel de contaminación de 10 a 1 comparado con un automotor último modelo.
“Nosotros debemos ser conscientes que la afinación disminuye de manera sensible la contaminación pero también genera beneficios adicionales como el mejor rendimiento de gasolina, por ello debemos sensibilizar a la población en ese sentido”, argumentó.
NI “CARROTES” NI TRANSPORTE “CHATARRA”
La otra propuesta que implica todo un cambio cultural sobre el uso del automóvil y el rediseño urbano con un enfoque de transporte público bien conectado y eficiente desde el punto de vista energético,
es todavía más difícil pero no imposible en esta búsqueda de tener una calidad del aire de manera continuada en el tiempo, según explicó.
“No podemos seguir soñando con un vehículo ocho cilindros, de esos ruidosos de llantas grandotas, típicos de los ranchos que muchos desean, tenemos que entender que debemos usar vehículos que no contaminen”.
Añadió que se debe reconstruir la visión de bienestar, por ser muy común que el éxito de una persona se asocie a las características de su vehículo, ni siquiera al de una buena casa.
En términos de presupuesto, dijo que asimismo se debe reorientar en que se invierte, dado que una parte muy importante de los recursos se destinan a caminos, calles y carreteras para uso de vehículos y no para transporte masivo, pues de lo contrario se tendrá que pagar el precio.
A REVISIÓN, LA ZONA INDUSTRIAL DEL SUR
Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) realizan diversos estudios para medir el impacto ambiental en condiciones de industria y del desarrollo de poblaciones en el centro y sur de la entidad.
El líder del Cuerpo Académico Consolidado Dinámica y Conservación Ambiental, de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAT, Lorenzo Heyer Rodríguez, explicó al respecto que los trabajos se desarrollan en el marco de las líneas de investigación de este grupo especializado.
«Trabajamos básicamente en dos líneas de investigación, la primera tiene que ver con el movimiento y transporte de sustancias químicas en el ambiente, y la otra es para evaluar y prevenir la contaminación ambiental», indicó.
Comentó que actualmente realizan un proyecto sobre calidad del aire en la región conurbada de Altamira, Tampico y Madero, para medir compuestos orgánicos volátiles.
«Estuvimos midiendo los contenidos partículas suspendidas totales, ya están terminados los muestreos.
Lo pendiente son los análisis químicos para determinar la presencia de este tipo de compuestos.
“Esto nos va a dar la pauta para determinar los riesgos que existen por este tipo de contaminantes, y en un proyecto posterior podemos tener más elementos para elaborar evaluaciones de riesgo», adelantó.
Explicó que se trata de demostrar si existen ciertas sustancias en el aire y luego evaluar los niveles para saber si existe riesgo por la presencia de compuestos relacionados con las gasolinas.
“Dada la naturaleza petroquímica de esa región es posible que estén presentes en el aire y también estamos buscando plomo y mercurio como metales», agregó el investigador.
AIRE MALO ENFERMA A LA POBLACIÓN
El otorrinolaringólogo, Dr. Miguel Antonio Salazar Núñez, explica que una contingencia ambiental es un problema complejo, ya que involucra una serie de alteraciones que derivan en múltiples padecimientos.
Egresado de la Facultad de Medicina de la UAP y radicado en Tamaulipas desde hace nueve años, mencionó que no hay comparación con el número de pacientes en consulta por mala calidad del aire, “de 10 pacientes 8 presentan alteraciones de salud por la mala calidad del aire; esto no se ve en estados del norte del país”, reveló.
Los pacientes alérgicos y asmáticos suelen ser los más afectados, pues dijo que llegan a padecer recaídas fuertes ante un problema ambiental en menor o mayor grado.
Además de las molestias del paciente, añade que hay otras repercusiones en ausentismo laboral y escolar, que en conjunto afectan la economía familiar por los gastos en consultas médicas, medicinas y cuidados, eso sin contar las repercusiones para el centro de trabajo donde estas personas laboran.
Las personas que no son alérgicas o asmáticas, no están exentas de padecer alguna afectación, desde leves hasta las muy graves como cáncer de pulmón al estar expuestos a ambientes contaminados, no están exentos de padecer alguna afectación.
Además, la contaminación irrita, reseca o produce el sangrado de la nariz; provoca ardor y dolor de garganta; ojos llorosos e irritados y hasta dolores de cabeza, dijo.
“Hay que reconocer que la contaminación ambiental es un verdadero problema de salud al que hay que poner especial atención; el aire no se ve, pero no quiere decir que no nos dañe si es de mala calidad», advirtió.