AUSTIN, Texas.- Un mexicano que entró sin permiso a la casa de su sobrina de 16 años, la raptó violó y mató, perdió ayer una apelación en la que argumentaba la violación a sus derechos consulares.
Rubén Ramírez Cárdenas, nativo de Guanajuato y ahora de 41 años está ahora en espera de su sentencia: la muerte.
El mexicano, que tenía 26 años cuando cometió su terrible asesinato, utilizó la ayuda de otro hombre para entrar por una ventana a la casa de su sobrina.
Tras haberla estrangulado en 1997, tiró su cuerpo a un canal de riego en Edinburg.
En julio de 1998 fue sentenciado a morir.