CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Alrededor de 300 derechohabientes conforman una fila interminable.
Es el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado, colapsado en la demanda de servicios.
Hoy, maestros jubilados, burócratas, madrugaron en busca de lograr medicamentos u otros servicios; muchos no lo lograron.
La incertidumbre se apoderó de todo con lo que ocurre con el instituto.
El ‘rezo’ es el mismo: “Nos dicen que ya no hay dinero para seguir cubriendo los medicamentos…”.
Muchos logran la meta de llegar a la farmacia, son contados los que logran los medicamentos; otros, se hacen a la idea que tendrán que gastar por medicinas para la presión, diabetes, y otros cuyos costos en farmacias externas, alcanzan cientos, incluso miles de pesos.
Hasta ahora, siguen pacientes esperando el turno aunque saben que muchos no lograrán nada.