Caray, quizás nuestros paisanos de Llera, sobre todo el citricultor, no quiere reconocer que la producción de naranja y limón agrio del municipio ha bajado bastante desde el momento mismo en que al ex presidente Carlos Salinas de Gortari decidió cerrar la Planta de Productos Vegetales conocida mejor como la Planta de Cítricos y trasladar la maquinaria a otros estados del país.
¿Cuál fue el propósito de esta acción?
No lo sabemos pero desde esa fecha todo se vino abajo.
Primero se dio la orden, después desocuparon a sus trabajadores, posteriormente desmantelaron la planta y finalmente se cerró.
Poco a poco fueron desapareciendo las huertas, algunas de éstas fueron siendo destruidas o abandonadas, la producción de limón agrio bajó y con el tiempo hasta la naranja bajó prácticamente a su mínima expresión.
Bueno hasta el Banco de Crédito Rural nos abandonó y sólo nos dejaron el viejo edificio que aún se puede observar casi casi a la entrada del pueblo y donde por cierto fungió como Gerente General el Ingeniero Marte R. Gómez, mismo que con él llegaron el Ingeniero Rubén Morales y el profesor Francisco Nicodemos. Los tres eran vecinos, amigos y habían logrado escalar importantes cargos públicos a nivel federal.
Estos tres personajes y los primeros citricultores de aquel entonces fueron quienes le dieron vida a la Planta Industrial de Productos Vegetales, pues ahí se fabricaba el aceite que era vendido a los mercados de Francia, Inglaterra y Estados Unidos, incluso los envases eran tanques de doscientos litros, todos con papel membretado donde se podía leer bastante bien el nombre de nuestro municipio.
También se comercializaba el jugo de naranja pero esto aparte de ser colocado en el extranjero también abarcaba el comercio nacional, fue entonces cuando mi pueblo tuvo su mayor y mejor presencia industrial en todo el mundo.
Tiempo después al dejar de existir nuestros tres personajes citados líneas arriba poco a poco se fue acabando la planta hasta que sólo quedaron sus edificios como mudos testigos de su florecimiento y Llera se vino política, económica e industrialmente para abajo.
Ninguna autoridad municipal, estatal y federal defendió nuestra planta de cítricos, tampoco sus trabajadores y administrativos, pues en aquellos años nunca tuvo un sindicato. Tal vez si hubiera existido otro gallo nos contara.
Hugo Andrés Araujo de la Torre, entonces ampliamente relacionado con el Presidente Carlos Salinas de Gortari no hizo o no pudo hacer algo para salvar la única industria de Llera y el pueblo se fue para abajo, las huertas limoneras se fueron acabando y todo el edificio industrial se vendió a gente del Estado de Nuevo León ampliamente relacionada y conocida de la familia Salinas de Gortari. Al poco rato Carlos y Raúl se olvidaron de Llera.
Pero al fin capitalistas acostumbrados a ganar dinero sin mucho esfuerzo e inversión pronto abandonaron el barco, la planta se quedó sola e incluso a los administrativos y trabajadores que habían contratado no sólo se quedaron sin empleo sino que tampoco no les pagaron sus honorarios.
Hoy el edificio funcional que fuera construido en dos etapas luce solo, abandonado y despintado, se ignora quién es o son sus dueños y el gobierno federal incluyendo lo que queda del Banco de Crédito Rural nada quieren saber, razón por la cual atraemos la atención de las actuales como futuras autoridades municipales para que le pongan Jorge al niño y logren que se ponga en servicio el mencionado inmueble.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.