1.- La irrupción del crimen organizado en Pemex ha convertido a la paraestatal en un campo de batalla donde se levantan retenes, se expropian predios, se ocupan derechos de vía e incluso se controla el acceso a sus instalaciones. Los grupos delictivos han tomado el control de algunos pozos y han convertido al país, en un centro de abasto de condensado que se vende de forma ilegal en Estados Unidos y Europa.
2.- En julio de 2008, la Dirección General de Pemex reconoció, de manera oficial, el robo de hidrocarburos como una de los principales desafíos de la empresa. Tan grande es este problema que resulta equiparable, según Pemex, a la caída en la producción petrolera de Cantarell en la Sonda de Campeche.
3.- La industria petrolera no ha podido liberarse de la penetración de cárteles y de disputas criminales, como las que ocurren en el mercado de las drogas y otra veintena de delitos en el fenómeno global de la delincuencia organizada.
4.- A las decenas de miles de personas asesinadas o desaparecidas en México, se suma una cifra indeterminada de víctimas relacionadas con la industria petrolera. Así, se reproduce en escala la disputa actual de cárteles, organizaciones y partes de un Estado, capturado en por lo menos una decena de entidades federativas. Con la implicación de empleados de Pemex y de sus contratistas, se inició la sustracción de condensado de la Cuenca de Burgos, que a partir del año 2006 comenzó a introducirse de contrabando en territorio estadounidense.
5.- Desde esa fecha, cuando se registraron los primeros robos y las exportaciones ilegales a Estados Unidos, el gobierno mexicano tuvo conocimiento de ello. Los directivos de Pemex fueron informados de lo que ocurría en el activo de producción más importante del noreste mexicano.
6.- Desde entonces también se supo que no se trata de robos asilados ni cometidos por la delincuencia común, sino que los cárteles de la droga estaban detrás del negocio, un hecho que ya se había puesto de manifiesto en las primeras confrontaciones entre elementos de la Gerencia de Servicios de Seguridad Física (GSSF) y miembros del Cártel del Golfo.
7.- En un espiral de corrupción y complicidades, los robos se hicieron cada día más frecuentes y a cualquier hora del día. En sólo unos meses del año 2015, el mercado legal exigía tanto producto que no era suficiente el personal de Pemex que surtía los pedidos. Entonces comenzaron a asaltar las pipas propiedad de la paraestatal, y las que esta dependencia contrataba con terceros, para llevar el condensado de los tanques de almacenamiento a las terminales y centros de producción.
8.- “La olla de miel”, así es como la industria petrolera mundial identifica a la Cuenca de Burgos, en el noreste mexicano. La razón se debe a su enorme riqueza: 70 mil kilómetros cuadrados que comprenden uno de los yacimientos de gas natural más productivos del mundo que, por supuesto, despierta la codicia de cualquiera.
9.- El hidrocarburo se extrae mediante dos mil 827 pozos a lo largo y ancho de 98 municipios de los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, y se transporta por medio de ductos a las 150 estaciones de recolección y 52 centros de transferencia, y en pipas a los centros procesasadores. El robo de combustible ha crecido y en la agenda de pendientes del Gobierno Federal ocupa hoy uno de los primeros lugares.