CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Familiares y amigos del joven Cristian Reyna Ortiz, llegaron esta mañana al Palacio de Gobierno para manifestarse y exigir justicia por la muerte del joven Cristian de Jesús Reyna Ortiz, quien murió a causa de las heridas de bala recibidas por elementos de Fuerza Tamaulipas el pasado sábado en el municipio de Tula.
Bellanira Ortiz Toscano, madre del joven de 23 años baleado, dijo sentir miedo de que no se haga justicia en el caso, luego que existen irregularidades en las investigaciones como el señalar que los jóvenes habían atacado a los policías, sin que se haya recuperado alguna arma en el lugar de los hechos.
Aseguró que además, algunos de los policías dieron positivo en las pruebas de alcoholemia, lo que dijo, podría empañar el proceso que se lleva a cabo, lo que podría dejar en libertad a dos de los elementos que aún permanecen detenidos para ser investigados por estos hechos.
Eddie Alejandro García Reyna, manejaba es sábado 20 de agosto la camioneta en la que salió a pasear junto a Jaime Molina Venegas, Isacc Gutiérrez Calderón, José Silvestre Llamas Castillo y Cristian Reyna Ortiz.
Explicó que ese día por la madrugada, soldados del ejército mexicano los había detenido en un retén y les hicieron una revisión rutinaria, prosiguiendo su camino, cuando más adelante, policías estatales les marcaron el alto y una vez que se detuvieron, realizaron disparos al aire, llegando otra patrulla que se apostó enfrente de su camioneta.
Ante el temor, narró que como pudo, maniobró y huyó del lugar, llegando al yonque “Niño” en el que trabaja, hasta donde llegaron las patrullas de policía y comenzaron a dispararles y golpearlos.
“Cuando veo que mis amigos corren, me agarran y me golpean, me pusieron un cañón en la sien, les pido que ayuden a mi primo “Cristian”, porque antes de llegar me dijo que estaba herido, luego que una de las balas lo alcanzó”.
Narra que los policías tomaron a Cristian y lo aventaron en la parte de atrás de la patrulla, pese a tener una herida de bala; agregando que una de las policías que viajaban en las patrullas, comenzó a disparar a los neumáticos de la camioneta de los jóvenes y posteriormente realizó disparos a su patrulla, con lo que señala, buscarían decir que habían sido agredidos.
“Habla un comandante que los reúne a todos y se comienzan a desbalagar y con los celulares, empiezan a buscar los casquillos, levantan toda la evidencia y es en ese momento en que llega la Sedena y les dice que paren todo el borlote”.
En tanto, Cristian de Jesús fue trasladado al hospital del IMSS en Tula, en donde posteriormente falleció por las heridas recibidas ya que no pudo ser atendido a tiempo.
De los diez elementos que participaron en esas acciones, ocho han quedado liberados tras rendir su declaración, en tanto que el Comandante José Ángel Martínez Ochoa y el policía Conrado Martínez Ramírez, permanecen detenidos, de acuerdo a lo manifestado por el abogado de la familia Reyna Ortiz, Víctor Hugo Carranza, quien apuntó que la carpeta de investigación de este caso es la 255/2016.
La familia y amigos de Cristian no fueron canalizados al Instituto de Atención a Víctimas de Delito, en donde la directora, Lidia Delgado, así como el Director Jurídico del Instituto, Edwin Vargas, los atendieron y prometieron ayuda en la representación jurídica para atender el caso.
La señora Bellanira Ortiz Toscano, estuvo acompañada de familiares, entre ellos el señor Antonio Reyna Hernández, abuelo de Cristian, quien desde hace muchos años, ha diseñado la tradicional cuera tamaulipeca, misma que ha vestido a artistas, deportistas que representan al estado y gobernadores.
Reyna Hernández pidió al Gobernador del Estado que se haga justicia para su nieto y que además su memoria no sea manchada a través de las investigaciones que dijo, han sido manipuladas en favor de los policías y en contra de Cristian y sus amigos.
En tanto, la madre de Cristian explicó que su hijo, que recientemente había egresado de la carrera de Cheff, trabajaba en el diseño y confección de las cueras tamaulipecas en el taller de la familia, además de haber iniciado a trabajar en el Inegi, “mi hijo estaba muy orgulloso de todo lo que hacía, no era un delincuente, ni él ni sus amigos”.
Este sábado se realizará una marcha pacífica en Tula para pedir justicia por la muerte del joven Cristian, partiendo de la plaza principal hasta las instalaciones del nuevo edificio del Nuevo Sistema de Justicia Penal.