A la mitad de la campaña que terminó con la hegemonía del PRI en Tamaulipas a manos del PAN, el gobernador Egidio Torre Cantú ya mostraba sus reservas sobre el resultado, se acercaba el fin de mayo y su pronóstico era que estaba muy competida, pero se podía ganar, 100 días después relajado, sincero y sin poses asume y reparte culpas.
Así es mis queridos boes, el pronóstico de Egidio se dio en la misma mesa, en el mismo salón de la Casa de Gobierno en el que este martes convidó a un grupo de columnistas a comer e intercambiar puntos de vista sobre su gestión, la muerte del doctor Rodolfo Torre, la relación con el gobierno federal, la seguridad, el caso Alan Pulido y por supuesto la desastrosa campaña que dejó como perdedor a Baltazar Hinojosa.
Sin grabadora pero con buena memoria van las ideas que se grabaron en mi cabeza de lo platicado ayer con Torre Cantú al calor de los tintos, algunos whiskys, entre la pasta y el plato fuerte.
Sin pelos en la lengua, 17 días antes de entregar el poder y cerrar definitivamente la puerta que comunica a su domicilio particular con la Casa de Gobierno, Torre Cantú sintetiza en cuatro palabras lo que le pasó el PRI y a su candidato el 5 de junio: Nos dieron una madriza.
Del candidato: de México nos mandaron una cajita bien bonita, pero cuando la abrimos no era lo que nos habían vendido.
Nunca negó los comentarios de los columnistas sobre el primer y único candidato a gobernador del PRI que pierde en Tamaulipas como por ejemplo: que hacía gira más que como candidato como gobernador electo, que nunca se bajó al pueblo, que no se dejaba ayudar, que era un soberbio, hasta que cantaba muy mal.
Que le dolió la derrota, por supuesto, porque si bien algún día tenía que llegar la alternancia a Tamaulipas: ¿pero porqué conmigo?
También reconoció que le molestó la forma en que se dio el deslinde del candidato con los ex gobernadores y con el mismo, frente a su padre. Se refería Egidio a aquel: no soy Yarrington, Eugenio, ni Egidio.
¿Y si el candidato hubiera sido otro?, consideró que tal vez se hubiera perdido, pero no con la diferencia con que les ganó Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
En el primer encuentro el aún gobernador reconocía que no le habían dado al clavo con las redes sociales y cuando este martes tocó el turno de hablar sobre el secuestro de Alan Pulido reiteró: no nos creyeron nada.
Eran los días previos a la elección y Egidio reconoce que junto con los errores del equipo de campaña pudo haber influido para la derrota.
Está consciente de que su presencia en la delegación de policía la madrugada en que Pulido fue rescatado generó una lluvia de comentarios adversos, asume el costo, pero explicó que fue con el futbolista a petición del Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.
Dijo que cuando le informaron que estaba a salvo el secuestrado, se comunicó con Osorio y este le dijo: Ya lo viste?, le contó que no pero que estaba bien ya con la policía y que el funcionario federal le pidió: Hazme un favor ve a verlo.
Ya en el 2 Zaragoza, explicó que Alan relató cómo sometió a sus captores y pidió auxilio vía celular. Añadió que cuando se retiraban de la demarcación de policía vieron la nube de periodistas afuera y él le pidió a Alan que de una vez se presentará para que lo vieran a salvo.
De la ola delictiva que afecta a Tamaulipas desde hace dos sexenios comentó que se han hecho grandes esfuerzos, pero que la gran debilidad ante la delincuencia es la falta de más elementos de policía.
Pero además reflexiona: que los delincuentes no tienen reglas, no los vigila derechos humanos, nadie los castiga si hacen mal su trabajo.
Y defiende sobre el tema: ahora hay más confianza en la policía, se denuncia más, hay mucha más infraestructura de seguridad por todos los rincones de Tamaulipas.
Sobre la trágica muerte de Rodolfo Torre: empapelaron el caso en las instancias federales, han muerto varios de los asesinos materiales, de los autores intelectuales nada.
Tampoco le creyó nunca a las autoridades federales en los primeros meses de investigaciones, las versiones de un crimen de estado, que si del PRI o que los del PAN rondaron el caso. Quisiera saber quién y porqué.
No son citas textuales de Egidio Torre, son ideas que me grave en la mente durante la comida del martes.
Me quedo con la impresión de un gobernador que a una quincena de irse está sumamente relajado, confiado en que la transición se da en paz y respeto.
Consciente de que al día siguiente de que entregue el mando a Cabeza de Vaca se debe ir de vacaciones, a una playa del país, a jugar golf, luego poner distancia de Tamaulipas, aquí cerca a Nuevo León para no estorbar al que llega.
A Cabeza de Vaca le desea éxito porque va pegado con su deseo que al estado le vaya bien, él dijo se va tranquilo aunque no satisfecho y de sus finanzas ‘tablas’.
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