Ante una eventual reacción de inconformidad de la militancia (que está muy sensible tras la debacle del 5 de junio) contra la imposición, la designación del próximo dirigente estatal del PRI de Tamaulipas se resolverá a través de una reunión Extraordinaria del Consejo Político Estatal abierto.
Este método tratará de darle una apariencia más democrática al relevo ya que permitiría a los priístas tamaulipecos interesados en participar en el proceso del relevo de Rafael González Benavides expresar abiertamente sus aspiraciones y en su caso presentar sus propuestas de trabajo.
Lo que no se sabe es si, como ha sucedido en otras ocasiones, las cúpulas del ex invencible han decido prescindir de la imposición directa, para evitar protestas, pero recurrirán a la tradicional línea de los dados cargados para que los consejeros a los que se encomendará la elección del nuevo dirigente voten unánimemente, y a mano alzada si se puede, por el recomendado del alto mando que es como un dedazo disfrazado.
La experiencia ha demostrado que como se manejan las cosas en el PRI cualquiera que sea la vía utilizada para la renovación de los cuadros partidistas y la elección de candidatos a puestos de elección popular, estas siempre se deciden desde arriba y seguramente la reestructuración del CDE previsto para el mes de octubre no será la excepción, aunque dadas las circunstancias los jerarcas tratarán por todos los medios de que el cambio se realice sin pugnas ni cuestionamientos.
Antidemocráticas y cuestionadas, pero las reglas priístas son claras. Las elecciones de los candidatos a gobernador se palomean en Los Pinos y las de los alcaldes y diputados locales por el gobernador en turno. Cuando no hay presidente de la República priísta, la facultad electora se traslada, una parte la dirección nacional del partido, al que por ley corresponde dar el visto bueno formal a la postulación, y la otra al mandatario estatal a que corresponda o, en su defecto, al comité directivo de la entidad de que se trate.
En el caso del relevo de González Benavides, dirigente de un Estado perdió la gubernatura, la decisión estará a cargo del presidente nacional Enrique Ochoa
Meza, previo consenso, claro está, de las fuerzas, corrientes y grupos mayoritarios locales del Revolucionario Institucional y si la necesidad
así lo reclama, como en esta ocasión, una auscultación previa a fondo para conocer el sentir y la voluntad de las bases de la agrupación, indispensables para que el nuevo guía tricolor llegue al cargo sin peros y con el más amplio respaldo político.
Una decisión caprichosa o autoritaria en condiciones como las actuales, exasperaría aún más el malestar que existe en las filas del partido político contra los responsables de la selección de candidatos del proceso electoral de hace tres meses en el que el ex invencible perdió la gubernatura, algunas de las principales
alcaldías y la mayoría del Congreso del Estado.
Mientras tato, el alcalde de Tampico, Gustavo Torres Salinas, inauguró ayer en una emotiva ceremonia la pavimentación de once cuadras de la calle Loma Escondida del Fraccionamiento Jesús Elías Piña, obra en la que se ejerció una inversión de más de ocho millones de pesos.
El acto tuvo toque especial porque, como se trató de un compromiso de campaña que se cumplió en la recta final de la administración, los aplausos fueron de agradecimiento pero al mismo tiempo de despedida. Hablando de otras cosas, el alcalde electo de Madero, Andrés Zorrilla Moreno, envió ayer un mensaje subliminal a los ciudadanos a los que gobernará a partir del próximo primero de octubre.
En las fotos del encuentro que sostuvo con priístas de la agrupación Alianza Cívica Tamaulipeca la semana pasada, el futuro edil comenta “continuamos celebrando encuentros con la CIUDADANÍA, para consolidar un proyecto de gobierno fuerte e incluyente, SIN pasar por alto nunca, las lealtades y afinidades con nuestro grupo y liderazgos afines, así como con los equipos de trabajo que nos acompañaron. Es el momento de sumar de lleno a todos los maderenses”, mensaje al que se puede dar toda clase de interpretaciones.
¿Utilizaría la palabra lealtad para advertir a los traidores que no meterá a ninguno de ellos en la nómina? Se la dejamos de tarea.
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