El tema del Tamaulipas priísta está entripado, política y administrativamente hablando. Las dos agendas estratégicas que ya están encima del calendario estatal se encuentran secuestradas por las pugnas cupulares desde el centro del país.
En una esquina se encuentra el equipo de Enrique Ochoa Reza, tecnócrata huérfano del grupo Videgaray y en la otra, un Miguel Ángel Osorio Chong que busca utilizar a la bancada legislativa de San Lázaro como ariete para apoderarse de todas las delegaciones federales, y aislar a quien designe el PRI nacional como el nuevo sucesor de la interina Aída Zulema.
Los que se alinean a favor de Ochoa Reza, pugnan porque primero se dé el nombramiento del Presidente del PRI estatal, mientras que los osoristas juegan por la libre y buscan acelerar el reacomodo de las delegaciones federales, tratando de alinearlas a favor del Secretario de Gobernación.
De hecho, el reciente balconeo contra Ochoa Reza exhibiéndolo primero como un burócrata privilegiado que recibió una liquidación, por el orden de 1.2 millones de pesos y más recientemente la otorgación de contratos sin licitación al corporativo Bain and Company, por el orden de 500 millones de pesos, es parte de la guerra sucia que el dirigente formal del CEN priísta sufre, desde el palacio de Bucareli.
La pugna entre el llamado “Clavillazo” (por aquello del parecido de Ochoa Reza con el inolvidable comediante) y Osorio Chong, es de poder a poder. Por momentos ya no se respetan las formas, como acaba de ocurrir en el encuentro de Osorio con los diputados prístas, en el restaurante “Sir Winston Churchill”, donde el chino aparece ya como el fiel de la balanza sucesoria. Casi, casi, un Vicepresidente en funciones.
Habrá que ver en qué termina este affaire, todo ello ante lo que parece una marcada indiferencia del presidente Peña Nieto.
Por lo pronto, si como se observa, los delegados federales son objeto de un radical reacomodo desde las oficinas de Gobernación, el próximo presidente estatal del PRI, que arribe bajo la batuta de Ochoa Reza, llegaría sensiblemente debilitado. Y ya no le quedaría más que una de dos sopas: o bien, opta por alinearse a la mayoría de los delegados osoristas, o bien, trabaja por su cuenta aislado del apoyo que en materia de gestoría social,
estarán realizando los delegados.
Estos últimos, los delegados federales con cientos de millones de pesos en sus programas de apoyo, serían, de facto, el verdadero PRI, mientras que el edificio del PRI estatal en el boulevard, quedaría aislado, como un cascarón tricolor, sin mucha relevancia.
En cambio, si el próximo dirigente estatal del PRI tiene mano para designar y alinear a los delegados federales, las cosas serían distintas. El tricolor recuperaría su personalidad perdida. Y tendría el suficiente power para moverse ante el panismo cabecista.
Sin embargo, tanto a nivel nacional como en lo estatal, el agua priísta se observa demasiado revuelta.
La reciente reunión de Aída Zulema con ex presidentes, una triste parodia
Recientemente, la dirigente interina del PRI estatal, Aída Zulema Flores Peña, se reunió con un grupo de ex presidentes de este partido en la entidad. El encuentro no fue más que una triste parodia de unidad, pues los primeros que asistieron fueron los dos del sexenio de Egidio Torre, Lucino Cervantes y Rafael González Benavides, ambos con la consigna del sepulturero histórico del PRI, en la frente.
Además de los anodinos Lucino y Rafa, hicieron comparsa cuadros como Antonio Martínez Torres, mismo que fungió como presidente del PRI estatal, a finales del americanismo, y durante la angustiante campaña de Cavazos Lerma, que si no le ayudan en Los Pinos, auditando a Jorge Cárdenas pierde la gubernatura.
Homar Zamorano y Eliseo Castillo Tejeda, (cavacistas) también le engordaron el caldo a la farsa tricolor. Un Felipe Garza Narváez con cara nueva posó también para la foto, sin atreverse a confesar que en los días previos al destape del candidato del PRI a gobernador (Garza Narváez) ya externaba su admiración por Cabeza de Vaca. Y festejaba que las críticas le habían hecho lo que el aire a Juárez al reynosense. Después se incorporó con Balta, pero ya desde antes era fan declarado de Cabeza. ¿Quién les entiende?
Pues bien, todo este grupito fue a tomarse la foto con doña Zulema, como que si nada hubiese pasado. La verdad es que la imagen hubiese sido más seria y digna de respeto, si los leales encargados de la limpieza en el PRI hubiesen posado.
POSDATA.- El asunto de la tenencia vehicular sigue en veremos. Por lo que se puede observar, será casi imposible que en el corto plazo la cancelen. Más adelante, tal vez…