MATAMOROS, Tamaulipas.- Dicen que cuando se recuerda a una persona eso lo convierte en inmortal, y es por ello que “Martha Rita es inmortal, pues siempre la estaremos recordando, señaló Clemente Rendón de la Garza, cronista de la ciudad.
Fue ayer, en punto de las 10:00 horas cuando se rindió un homenaje -en las instalaciones del Colegio San Juan, Siglo XXI-, a Martha Rita Prince Aguilera, la “Maestra de Matamoros”, quien falleció el lunes pasado.
Con música y cánticos clásicos, se le rindió honores a quien fue maestra, no solo de reconocidas personalidades de esta frontera, sino de un gran número de personas quienes la recordarán por siempre.
“Con su partida nos deja un vacío muy difícil de llenar”, dijo Rendón de la garza, quien conoció su gran trayectoria, la que empezó a forjar desde mucho antes de venir a esta frontera a impartir clases en la Secundaría número Uno.
“No se repetirán jamás las circunstancias que le tocaron a Martha Rita. Como todos, somos irremplazables e irrepetibles , y este es un caso único”, comentó el cronista de Matamoros, quien agregó, “pero nos deja sus enseñanzas, sus recuerdos”.
Agregó: nos deja todo el bagaje de conocimientos que ella impartió, principalmente en esta institución, donde hoy se le está ofreciendo un homenaje, ya que formó parte de esta institución educativa.
“Ella fue la “Maestra de Matamoros”, y se le conoció con ese nombre, porque donde quiera que se le invitaba aprovechaba para dar cátedra, y fue profesora en la Salle, en preparatorias, en escuelas para padres”, dijo.
Ella siempre fue participativa y dejó mucha enseñanza, “y de ello viviremos eternamente agradecidos”.
“Dice por ahí un dicho, que si recordamos a una persona, eso lo convierte en inmortal, y efectivamente, Martha Rita es inmortal”, indicó Rendón de la Garza, quien mencionó que a lo largo de la historia de Matamoros hay muchos maestros reconocidos.
Pero cuando se inició la Secundaría número Uno, en el año 31, la maestra llegó en 1945, ya había muchos maestros reconocidos, quienes al igual que ella han dejado su gran legado para la gente de Matamoros.
Después del homenaje, el cuerpo de la maestra fue trasladado a la Catedral de Nuestra Señora del Refugio, donde se ofreció una misa de cuerpo presente.