Parece que finalmente le estalló el cohete en las manos al gobernador con licencia de Veracruz, JAVIER DUARTE DE OCHOA, en medio de versiones de que ya existe una orden de aprehensión en su contra y que habría preferido fugarse antes de comparecer ante la justicia por los delitos que se le imputan. Pero habría que ver las cosas con detenimiento.
DUARTE ha sido señalado desde hace mucho tiempo por desvío de fondos públicos a través de empresas fantasmas y de amigos cercanos en un monto aproximado a 500 millones de pesos. También se le acusa de dejar en bancarrota al Instituto de Pensiones del Estado que desde finales de 2015 se vio imposibilitado de pagar puntualmente sus salarios al personal jubilado, principalmente maestros.
Se dice que a través de sus prestanombres posee costosas propiedades en México y los Estados Unidos. Para encubrir muchas de esas adquisiciones se llegó al grado de que un amigo ¡le heredara! Lujosos bienes inmuebles en la capital de la república.
Todo esto fue formando en su derredor una tormenta que ya no pudo ser controlada ni por él mismo ni por su ante protector, el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, mucho menos por su partido, el Revolucionario Institucional, que habría accionado la guillotina suspendiéndole sus derechos de militante.
El rechoncho gobernador ya era indefendible y así lo entendieron en Los Pinos, desde donde se le habría ordenado pedir licencia al cargo. Pero ahí es donde surge la incógnita ¿en qué términos se pactó su salida?
Cuando vemos que nada se hizo en el caso de la llamada “Casa Blanca” que un contratista consentido le financió a la primera dama del país, que también le habría vendido con facilidades otra residencia al ex-secretario de Hacienda, LUIS VIDEGARAY y que los casos de corrupción en el sector público afloran donde se le pique, hay fundamento para suponer que tal vez estemos ante una farsa más en el supuesto combate al saqueo de las arcas oficiales.
No hay que olvidar que PEÑA NIETO llegó a la jefatura de la Nación apoyado no sólo por poderosas empresas de la comunicación, sino por un grupo de gobernadores, entre los que se encontraría DUARTE, que le metieron mucho dinero a su campaña. Así habría un vínculo de complicidad difícil de ignorar.
El gobernador electo de Veracruz, MIGUEL ÁNGEL YUNES LINARES ha dicho que su antecesor huyó en un helicóptero del gobierno del estado, algo que han desmentido el mandatario interino, FLAVINO RÍOS ALVARADO y el dirigente nacional del PRI, ENRIQUE OCHOA REZA que parece estar ahora defendiendo a DUARTE tras de que casi lo expulsó del partido.
Dicen que el que con jocoque se quema hasta a la leche le sopla. De allí que una gran parte de la opinión pública no esté convencida de que las instancias judiciales realmente están dedicadas a sancionar ejemplarmente un evidente caso de corrupción, sino que todo sería una tramoya para hacer un control de daños mientras que la tormenta se disipa.
ENRIQUE PEÑA NIETO tiene una irrepetible oportunidad de demostrar que realmente está decidido a no permitir que se haga de la función pública un modo de enriquecerse ilícitamente. Pero habrá que ver cuánto le sabe el perseguido.
Por otro lado, se dice que aunque haya pedido licencia, JAVIER DUARTE sigue teniendo la investidura de un gobernador electo, por lo que para hacerle efectiva una orden de aprehensión habría que esperar a que termine su período legal, pues está protegido por un privilegio procesal como es el fuero, que aunque otorga inmunidad temporal, no concede impunidad. Otro recurso hacerlo comparecer ante la justicia sería iniciarle un proceso de desafuero en el congreso local, algo que se antoja imposible a como se ven las cosas.
Así que el escándalo mediático podría seguir siendo forma y no fondo, como ya lo hemos dicho. Y reiteramos que algo similar pasa con el ex-gobernador de Sonora, GUILLERMO PADRÉS que ya con una orden de aprehensión en su contra se ha vuelto ojo de hormiga y ni la Interpol lo localiza.
Así, se ve claramente que tanto en el PRI se cuecen habas. Los gobernadores de Veracruz, de Chihuahua y Quintana Roo salieron con uñas largas al igual que el sonorense. Se dice que PEÑA NIETO trae lo suyo, ¿pero acaso no también se habló de que los entenados de VICENTE FOX se enriquecieron escandalosamente con contratos con PEMEX? Tan malo sería el pinto como el colorado. Ver para creer.
Por otro lado, se reveló que en Tamaulipas 3 de cada diez empleados del gobierno del estado son priístas, muchos de los cuáles habrían sido basificados dos años antes de que concluyera la gestión de EGIDIO TORRE CANTÚ.
Visto fríamente, esto no tendría nada de extraño si tomamos en cuenta que el PRI gobernó la entidad durante ocho décadas. Un partido en el poder siempre busca beneficiar a sus militantes. Tan es así que el actual gobernador, JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, integró su gabinete principalmente con panistas y que hasta las jefaturas de las oficinas estatales en los municipios seguramente serán ocupadas por personas de la misma filiación.
¿Será cierto que el director de Desarrollo Social del ayuntamiento de Tampico, ONÉSIMO MOLINA, dice que será el próximo alcalde con el apoyo de la maestra?
raulpazos45@gmail.com