Tampico y el resto de la zona sur de Tamaulipas vivió ayer horas de angustia; sus miles de habitantes fueron, fuimos, sorprendidos por una lluvia no pronosticada, que por su volumen fue histórica y que colapsó casi todos los servicios y la actividad productiva de los tres municipios, además de dejar millones de pesos en pérdidas por daños en casa de infraestructura, eso en teoría no debió haber pasado, al menos en la magnitud que lo vimos, porque se supone que hubo inversiones millonarias en obras de “gran calado” que lo evitarían ¿qué pasó entonces?
Así es mis queridos boes, recordemos que en el sexenio pasado se ‘enterraron’ ahí por Ejército Mexicano unos 200 millones de pesos en un hidrotunel que se supone evitaría inundaciones en buena parte del sector aledaño a la Laguna del Carpintero, una obra similar se hace en la calle Martok y otras menores en diferentes puntos.
Muchos millones ‘invertidos’ para prevenir lo que ocurrió ayer, por lo que alguien tiene que dar muchas explicaciones.
Es cierto la lluvia de este jueves fue atípica, histórica, porque el dato es que cayeron 90 milímetros, aunque los pronósticos apenas daban un 30 por ciento de posibilidades de caída de agua por la mañana, pero para las 9:00 el caos se había apoderado del centro y las afectaciones se extendieron a toda la zona.
Se suspendieron clases, hoy tampoco habrá, el 90 por ciento de los negocios cerraron, las rutas de transporte no pudieron operar, en fin, nadie en la zona pudo hacer su vida cotidiana, miles seguían anoche sin luz, decenas en albergues, miles con el agua al interior de sus casas y sus bienes echados a perder.
Los grandes hidrotúneles simplemente no funcionaron o no fueron suficientes, el drenaje en su totalidad colapsó y el agua poco a poco fue entrando a casas, negocios, oficinas, empresas y hasta hospitales.
Fue necesaria la intervención de la Marina y el Ejército, además de Protección Civil de los tres municipios y el Estado. Hasta ayer el saldo era solo en millonarios daños materiales.
También hay que decirlo los tres alcaldes se pusieron a trabajar, coordinaron el auxilio y dispusieron lo necesario para dar la respuesta inmediata que la emergencia requería, nada que reprochar a Andrés Zorrilla, Magda Peraza y Alma Laura Amparan.
Por la tarde, el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca se apersonó en el sur, aunque desde los primeros minutos de la emergencia ordenó lo conducente, mandó brigadas de PC estatal, diez de Salud y apertura de albergues, además de coordinar la petición de auxilio con las fuerzas federales.
Insisto, nada que reprocharle a las tres autoridades locales y tampoco al Gobernador, pero lo de ayer si debe dejar una lección a nuestros gobernantes, si no lección si un llamado al trabajo conjunto y coordinado.
Pero, además, lo de ayer tiene por fuerza que dejarnos también las interrogantes de cajón ante lo que vimos que no funcionó: ¿fue correcta la plantación de los hidrotúneles?, ¿fue correcta su construcción o ejecución por el constructor?, ¿tenían razón los ambientalistas e ingenieros que se oponían a dichos proyectos?
Ojo, se está hablando de muchos millones de pesos, se pudieron haber perdido muchas vidas ayer, si la intensa lluvia hubiera caído en plena hora pico y lo estaríamos lamentando mucho más.
¿Qué dirá la nueva autoridad de obras públicas del estado?, creo que es urgente que desde el nuevo gobierno se inicie una investigación, que más allá de buscar culpables de lo que no se haya hecho bien, se disponga de lo necesario para que escenas como las de ayer no se repitan.
Insisto, tal vez el histórico aguacero de este jueves fue un aviso a tiempo, porque no se trató de un huracán o de tres días de lluvia, porque las lagunas tenían capacidad de recibir casi toda el agua que llovió, ¿se imaginan si esto hubiera ocurrido con los vasos lacustres al tope o el ‘diluvio’ hubiera durado días como ya ocurrió antes?
Por lo pronto habría también que recordarle a nuestros diputados federales que el presidente Enrique Peña Nieto dejó acá en el sur su palabra empeñada, comprometiéndose a hacer una serie de drenes pluviales en Madero que a cuatro años de su gobierno ni sus luces.
Apenas hace menos de dos semanas el Alcalde Andrés Zorrilla y los constructores retomaban el tema y estos últimos se comprometieron a servir de gestores para que de Los Pinos destrabaran algo así como 200 millones de pesos para las obras prometidas.
Fue un compromiso de campaña del presidente Enrique Peña Nieto, el proyecto de construir seis canales a cielo abierto en Madero que cuando los prometió no pasaban de 130 millones pero que ante el paso del tiempo hoy andan costando más de 200 millones de pesos.
Ya se que hoy es tarde para los proyectos conjuntos del Fondo Metropolitano, no hubo coordinación que lograra atraer dicho fondo, casi nunca se ha conseguido, bueno pues, señores alcaldes, ahí está una oportunidad, las obras hidráulicas a los tres municipios les urgen, la prevención de muertes entre los porteños bien lo vale.
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