“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”
Mario Benedetti
El sistema electoral americano es muy diferente al mexicano, pues el Presidente no se elige por votos unipersonales o directos, sino a través de lo que se conoce como el voto indirecto, donde el Colegio Electoral tiene un rol clave. Este Colegio se encuentra integrado por 538 electores, repartidos entre todos los estados y que son elegidos por los 218 millones estadounidenses, aproximadamente. Los electores que integran el Colegio Electoral representan la voz de los ciudadanos, aunque la Constitución Americana los permite votar con libertad aún en contra de la voluntad de sus representados, en la práctica respetan la decisión de éstos.
El número mágico es 270, el candidato que llegue a este número de electores, se lleva la Presidencia del vecino país, es por ello que, aun cuando no se había finalizado el conteo total de los electores, ya se sabía que Donald Trump sería el próximo Presidente de los Estados Unidos, pues ya tenía más dicha soñada cantidad.
Con la próxima llegada de Donald Trump a la presidencia, el ambiente general es pesimista, se siente una preocupación en México, el dólar sube de precio por el propio temor, las masas no se explican cómo los estadounidenses votaron de esa manera, a favor de un personaje que representaba xenofobia, machismo y racismo; se nos olvidó a los mexicanos que no votamos en territorio americano y que, por lo visto, no entendemos el pensar o el sentir del pueblo anglosajón.
Las principales perdedoras son las empresas encuestadores políticas, en México perdieron prestigio en las últimas elecciones gubernamentales, ahora en EUA, donde todas daban por victoriosa a Hillary Clinton, se toparon con una realidad muy diferente. Las mediciones no fueron ciertas, los electores americanos estaban cansados del sistema político de dicho país, la aceptación al Gobierno de Barack Obama que como mexicanos creíamos existía, al parecer, no era interpretada de la misma manera en ese país.
El anuncio mundial estaba hecho desde hace tiempo, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (BREXIT) era la primera llamada, los ciudadanos del mundo no se encuentra contentos con los manejos públicos, se vive un hartazgo social y político mundial, hace falta investigación a profundidad sobre aspectos sociopolíticos y socioeconómicos para poder entender el sentir humano, para poder medir esto, para llegar a conclusiones que sirvan, no números sin fondo real.
¿Qué sigue para México? La llegada de Donald Trump cambia el panorama político mexicano, existe un espectro que se encuentra dormido, que seguramente despertará el día de las elecciones presidenciales en el 2018, es complicado saber qué opción escogerá, lo que es un hecho es que lo vivido con el BREXIT y con la elección del nuevo presidente anglosajón, debe tomarse como una lección, no se debe subestimar el desencanto social actual. Los que buscan la preciada silla presidencial mexicana deben analizar a fondo sus estrategias, replantear su mercadotecnia política, darse cuenta que existe coraje y odio, no subestimar esto, pues alguien lo tendrá que resentir, la duda es quién.
FUERA DE LUGAR… No sólo México está preocupado por la elección de Donald Trump: el Presidente Macri (Argentina) apostó abiertamente por Hillary Clinton; en Colombia se encuentran nerviosos, Obama había prometido 450 millones de dólares para el proceso de paz; la relación bilateral con Cuba había mejorado y se prestaba para más apertura, ¿cómo estarán los demás países?
RECOMENDACIÓN SEMANAL: Película francesa “Mon roi” (Amor mío), seleccionada en el Festival de Cannes 2015, protagonizada por Vincent Cassel y Emmanuelle Bercto, ésta ganando el premio como mejor actriz en el festival mencionado.
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