Los viejos, y los no tanto, al escuchar la palabra feria inmediatamente se les venían a la mente la fiesta, juegos mecánicos, teatro del pueblo, coronación de reina, exhibición de ganado, artesanías.
Incluso, es probable que todos los adultos de hoy recuerden que en alguna feria le tiraron al negro, a los globos, los pinos, jugaron cartas, canicas, aún no han olvidado la característica y estruendosa voz de los merolicos ofertando productos o invitando a las atracciones del lugar, sobre todo, de los animales raros, mutaciones y las víboras.
Seguramente muchos victorenses recuerdan el bullicio que se vivía en la Calzada General Luis Caballero, cuando los viejos terrenos de la feria se vestían de luces y lo primero y último que se escuchaba era, “Pásele, llévele, 50 pesos por ésta, y le damos ésta y ésta otra”, eran los vendedores de cobijas.
Pero ahora son otros tiempos, ya no es la feria de pueblo, hoy es la Feria Tamaulipas que año con año se instala en el nuevo, moderno y funcional Recinto Ferial, que también quedará grabada en la mente de las nuevas generaciones, pero de mejor forma.
Ahora la Feria es más familiar la diversión, se tiene mucha más proyección, tanta que no sólo en Victoria nos percatamos que hay Feria, sino que todo Tamaulipas es partícipe de ella, la Gran Fiesta es ya una gran plataforma comercial, artística y cultural donde todos los municipios pueden promocionar su oferta turística, industrial y artesanal.
Es un deleite disfrutar de los espacios de cada municipio, todos mostrando la riqueza de su tierra, la grandeza de su gente y la belleza de sus tradiciones.
En otros tiempos la queja ciudadana era que los familiares de los funcionarios acaparaban los mejores lugares para disfrutar de los artistas que se presentaban en el teatro del pueblo.
Ahora no hubo las dichosas pulseras gratuitas para las familias y amistades de funcionarios son cosa del pasado, hoy los espacios cercanos al escenario si tienen un costo, pero es con causa, lo recaudado en la venta de esas localidades será para apoyar a la gente necesitada y eso es para aplaudirse.
Se acabaron los privilegios para los familiares de los encumbrados en la Feria Tamaulipas, quienes quieran tener un lugar privilegiado para apreciar a su artista tendrán que pagar.
Quienes tienen para comprar un boleto sabrán que no solo era para su diversión, que están contribuyendo a que otras personas tengan atención, se está apoyando para que otras familias tengan vidas más generosas.
El estado invitado en la Feria Tamaulipas edición 2016 es Puebla, por cierto, se esmeraron en traernos a los tamaulipecos un gran pabellón, RAFAEL MORENO VALLE no podía perder la oportunidad para su estado e imagen destacar.
Diversión y buena oportunidad para conocer qué ofrecen en cada región de nuestro Estado y, claro, degustar los variados platillos y tradicionales antojitos, total las dietas pueden esperar, es momento de disfrutar.
No solo es diversión, también es cultura y educación, momentos inolvidables que se quedan en la mente de los niños y que el día de mañana recordarán con emoción lo que vivieron y aprendieron en la feria en cada pabellón.
Créame, esos recuerdos no tienen precio, son invaluables, así como los que tienen los viejos y los no tan viejos que recordamos aquellas ferias de la Calzada General Luis Caballero, en los antiguos terrenos de la feria, donde hasta las amas de casa esperaban que llegara para acudir a comprar los platos, las cobijas, para el pozole, la que muchos señores gustaban del palenque y las peleas de gallos, mientras que los más pequeños nos maravillaba e impresionaba desde los viejos juegos mecánicos, ganarse peluches tirándole a los globos o pegándole al negro, y hasta ver a la mujer serpiente, con tanta inocencia que se creía lo que el anunciante decía, que la joven se convirtió en reptil por desobedecer a su madre.
En fin, la situación es que hay feria, que no se necesita de mucho dinero para visitarla, que es momento de salir de la rutina e ir al encuentro del esparcimiento y sana diversión.