Fue un torneo muy largo para todos, y eso que la espera de un equipo en Ascenso MX fue de muchos años, pero la justa que hicieron los jugadores del Tampico Madero, fue para olvidar, fue vergonzoso.
Aunque en las estadísticas hicieron historia, ya que son uno de los peores equipos en sumar la menor cantidad de puntos en una división de plata, terminó en el último lugar de la general, en el sótano de la tabla del descenso, la peor ofensiva con tan sólo 8 goles anotados, una de las cuatro peores defensivas al recibir 27 anotaciones.
Pero al final me di cuenta de algo, el análisis que me da es que Miguel García no fue del todo el culpable de esta catástrofe celeste, fue el armado, sí el armado en el draft, de esas más de 7 personas que estuvieron en la mesa del Tampico Madero tratando de acomodar sus intereses, de tener a sus jugadores con equipo y el que más se prestaba fue la Jaiba Brava.
Porque así fue, en el draft Miguel García no tuvo ni voz ni voto, fueron otros personajes que desconocemos pero que sabemos que eran de la organización Santos Laguna, ellos están muy despreocupados en este momento en otro lado, por lo pronto gestaron una de las historias más penosas para el futbol profesional.
Lo que mal inicia mal termina, eso fue el día a día del llamadoTM Futbol Club, primero con el fuerte golpe al bolsillo de los aficionados, que al final ni 10 pesos valían lo que vimos en la cancha, no se respetó el color del uniforme tradicional, el tono celeste; se hicieron dos presentaciones, una para la afición, la de hueso colorado y otra para empresarios, los del billete.
Las declaraciones fuera de lugar del que antes fungía como presidente del equipo, Guillermo Macías, jamás tuvo empatía con la afición, jugadores, prensa, es decir con nadie.
El equipo era protegido, cuando se perdía los jugadores eran escoltados para salir del estadio por parte de atrás, pocos daban la cara, a otros les valía lo que pasaba con la escuadra.
Gracias a Dios ya terminó el torneo, y ojalá que el aprendizaje para Alejandro Irarragorri y Javier San Román sea positivo, que se den cuenta quiénes pusieron en ese hoyo al Tampico Madero, a partir de enero se tiene que hacer un torneo perfecto, no queremos estrellas estrelladas, queremos jugadores que se la rompan en la cancha, que sepan en dónde están parados, que entiendan que portar la playera celeste no nada más se suda, se defiende con garra, con pasión y con respeto.
El Clausura 2017 para la Jaiba Brava tuvo que haber empezado desde el viernes, ya planificar lo que se quiere y a los objetivos que se deben llegar, y lo que se pudrió en el camino desecharlos, ya no permitan más plagas con la celeste, ellos echaron a perder sin respeto nuestra historia.
Buena vibra a todos.