“El gobernador nos dio la más alta instrucción de que nos entreguemos al cien por ciento a nuestro trabajo institucional, que lo hiciéramos con mucha honestidad y decoro, que nuestra labor fuera de tiempo completo y luchar sin tregua contra la corrupción”.
Los burócratas bien que recuerdan ese discurso y sus ataques a jefes de departamento y empleados menores del sexenio anterior a quienes los etiquetaba de transas y advertía que durante su paso no permitiría ningún tipo de acto de corrupción.
“Conmigo van andar bien derechitos, aquí habrá cero transas, eso es cosa del pasado, porque hoy son otros los tiempos que vivimos, son los tiempos de la honestidad y transparencia, donde no tiene cabida la inoperatividad y la ineptitud. Todos trabajaremos al mismo ritmo por Tamaulipas”.
Esto fue parte del discurso que dijo un Director General al tomar posesión y su mensaje ante los medios fue para denunciar a los supuestos aviadores y a los corruptos.
Son varios funcionarios que cayeron en esta actitud, pero que están lejos de cumplir, pues son colaboradores de tres días, pues llegan el lunes por la tarde y empiezan a despachar hasta el martes y el jueves por la tarde se despiden para marcharse para sus municipios de origen.
Trabajan a medio gas, pero exigen ingreso completo, caen en la ineptitud, simulación y dan medio servicio a la comunidad.
Por culpa de esta ineptitud se cometieron inejercicios en varias dependencias y son decenas de millones de pesos que se regresaron a la Federación y es dinero que no retornará el próximo año.
Los dos funcionarios que trabajan a medio gas, podemos decirles que uno radica en Madero y otro en la frontera y como pista les diremos que hace años fue detenido en un antro en Mc Allen, Texas, pero esa es otra historia que merece contarse por separado.
En esta ocasión nos referiremos al caso expuesto por la reportera BENY CRUZ ZAPATA respecto a la actitud asumida por el director del Instituto Tamaulipeco de Becas y Estímulos Educativos, ALEJANDRO PORRAS CERVANTES, quien en su primer encuentro con los medios denunció que 2 mil 500 juniors disfrutaron de apoyos de hasta 25 mil pesos mensuales sin merecerlo.
El funcionario abandonó las oficinas desde que dio la declaración y ahora realiza labores de proselitismo político para el PAN en el municipio de Altamira, desde donde es originario.
PORRAS CERVANTES fue regañado en las oficinas de la Secretaría General de Gobierno por las temerarias palabras, pues le exigieron que si tenía pruebas las presentara, si no que guardara silencio y se tranquilizara, de lo contrario se lo llevarían los vientos de cambio.
Las investigaciones establecen que será complicado demostrar las acusaciones lanzadas al viento, pues cada peso que se ejerce en las becas es supervisado por la Auditoría Superior de la Federación, la Contraloría Gubernamental y un despacho externo.
Su denuncia parecía una locura, pues hablar de 2,500 juniors nos parece algo exagerado, cuando los victorenses sabemos que solamente unas cuantas familias resultaron favorecidas en el manejo presupuestal en los sexenios pasados.
Además los estímulos que se manejan son de seis mil pesos semestrales para los estudiantes que se encuentran en Monterrey y quienes realizan alguna especialidad en el extranjero alcanzan hasta los 15 mil pesos por semestre.
PORRAS CERVANTES resultó ser el primer bocón del sexenio y el inepto que prefirió esconderse en Altamira, donde siembra sus sueños políticos.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
patinadero@hotmail.com