Dicen que la convocatoria para elegir al dirigente estatal del PRI se lanzará en diciembre, para iniciar el año nuevo con un contrapeso social y no una caricatura impuesta por negocios y placeres de la política, careciendo del carácter y la valentía para enfrentar el pesado compromiso que tiene enfrente.
El líder nacional del PRI, ENRIQUE OCHOA REZA había asegurado que sería en octubre cuando lanzaría la convocatoria, pero nunca dio ese paso, pues Tamaulipas poco importa en el centro del país.
La desesperación cundió desde hace semanas y existe una desbandada de priístas y los que se quedaron no saben qué hacer. Nunca habían sido libres, siempre tuvieron rienda y desconocen dónde queda la salida de la jaula y en el colmo de los males algunos todavía actúan con un silbato de perro y realizan
“destapes” por línea.
Son muchas las renuncias al tricolor que se registran, aunque son pocas las que trascienden, como la de LALO GATTAS, quien fuera el candidato a diputado local del PRI y quien responde a los intereses de ENRIQUE CÁRDENAS DEL AVELLANO.
GATTAS se va al Morena, el partido que encabeza ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y quien se perfila como el favorito para ganar la silla presidencial, por lo que hay fugas de priístas y panistas convenencieros que esperan ganar espacios con la que se espera sea el “efecto peje”.
No renunció, pero si se aleja de las tareas de proselitismo, el ex diputado federal LIBRADO TREVIÑO, quien deja años de operación política por la paralización y las señales pocas democráticas que se viven en el PRI.
LIBRADO dejo décadas de trabajo político por el abandono, los procesos tan injustos de la selección de candidatos y sus dirigentes, sin capacidad, grises y el divorcio que se siente en las administraciones que olvidan llamar a sus operadores y obreros políticos a ocupar algún cargo público o político.
Los errores al imponer a las comadres, amigos, compadres, amiguitas en regidurías, como una especie de becas a la pasión o la complicidad.
La última dimisión que destacó fue la de RIGOBERTO RODRÍGUEZ RANGEL, ex candidato a la presidencia municipal de ciudad Mante y quien perdió el pasado proceso electoral local, en medio de traiciones locales y amenazas delincuenciales.
RIGOBERTO tomó posesión como dirigente del Partido Encuentro Social. Dejó atrás al PRI que juró amar y defender, su espíritu de lealtad tricolor lo abandonó y busco pretextos y culpables de su pasada derrota.
El mantense siempre atendió las instrucciones de RICARDO GAMUNDI ROSAS y muchos pensaron que sólo era un peón del trabajo que realizan para reorganizar y reagruparse desde distintas fracciones, buscando controlar al PRI y otras organizaciones como lo hicieron en el pasado con vistas al 2018.
Realmente el peso de RIGO es poco, pues no pudo ni siquiera ganar la elección en una ciudad mediana como Mante, pero su salida no deja de ser una llamarada más en el interior del tricolor.
La elección no debe frenarse, urge un líder en el PRI y debe ser alguien que no sea golpeado con temas de la delincuencia o casos de corrupción y que su comportamiento no sea regido por el silbato del perro. Es complicado, pero urge un contrapeso, las voces actuales están desgastadas.
Las deserciones seguirán presentándose y la oportunidad es histórica para el PRI y una equivocación con un líder sin peso, ni representatividad y muchas cuentas pendientes sobre su pasado y presente, simplemente terminarán por hundirlo.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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