Las acciones que realiza la Procuraduría General de la República fuera de su ámbito estrictamente policíaco, como es el caso de las recompensas, para tratar de concretar aprehensiones, históricamente suelen generar muchas cosas menos los resultados positivos que en teoría busca.
Sin embargo, no es común que una de sus consecuencias sea el silencio o algo cercano a él.
Hoy en Tamaulipas llama la atención un hecho inusual en ese sentido: la pálida reacción del partido actualmente en el poder y las facciones de oposición –fuera del PRI– ante lo que muchos esperaban sería utilizado como otro festín para seguir satanizando al Revolucionario Institucional, al explotar la más cercana edición de esa práctica de la PGR.
Las reacciones de Acción Nacional se concretaron, por lo menos hasta la tarde de ayer, a figurillas de quinta fila como Ramiro Salazar o Glafiro Salinas, sin mayor relevancia en esa estructura y por lo tanto con escasa influencia en su opinión sobre militancia y seguidores. Los demás partidos a excepción de MORENA que casi mandó al cesto de la basura el tema, no se dieron por enterados.
¿Madurez?… ¿desinterés?… ¿o de plano valegorrismo…?
El caso es que el tema casi pasó de noche, si no hubiera sido por las opiniones de dos priístas destacados, ambos diputados locales, no por su profundidad, sino precisamente por lo contrario.
El ex dirigente estatal del PRI tamaulipeco, Rafael González Benavides, trató de eludir el punto y tachó de “reciclaje” la táctica de la PGR, para tratar de ganar votos en el 2018. Demonios, al buen Rafael se le olvidó que en estos momentos la Procuraduría está en manos tricolores, así que flaco favor se harían a sí mismos enseñando lo sucio que tienen el patio trasero.
El también diputado Alejandro Etienne optó por el lenguaje político clásico, es decir, el que dice todo y no dice nada: “No tengo opinión… y es un hecho que lo están haciendo… y bueno… ellos tendrán que ir haciendo las funciones propias… desde ese entonces se atendió por el Partido… ya quedó fuera… son situaciones que lamento mucho…”
Ni Cantinflas lo hubiera dicho mejor…
Se queda…¿cómo?
Una disculpa por entrometerme en asuntos deportivos, pero el tema del equipo de futbol Correcaminos, hasta donde sé representante de la Universidad Autónoma de Tamaulipas en la liga de ascenso en el balompié mexicano, es un tema que si bien no puedo decir que sea relevante para todos los nativos del Estado y avecindados en él, por lo menos sí lo es para una parte considerable de ellos.
Ayer el rector de la UAT, Enrique Etienne, negó que el equipo se vaya a ir de Ciudad Victoria, pero también prácticamente aceptó que al Gobierno del Estado el equipo le importa lo mismo que a la estatua de Juárez el viento huasteco.
Ignoro hasta dónde llegue el distanciamiento del Estado del Correcaminos, pero queda claro que si no existe ese respaldo, el destino de los Bip-Bip será más oscuro que el de Enrique Peña Nieto, si se toma en cuenta que la UAT apenas podía aportar el 30 por ciento, de acuerdo a lo que un día aceptó el ex rector José María Leal, de lo que cuesta sostener al cuadro universitario.
Sí, el equipo se quedará en casa, ¿pero en qué condiciones?…
Receta
Si usted se pregunta por qué la COMAPA de la capital tamaulipeca opera con una eficiencia mucho mayor ahora, no piense que se encontraron con el genio de la lámpara o con el hada de La Cenicienta. Es algo mucho más mundano, pero también más práctico: se llama colaboración.
La Comisión que ahora dirige Gustavo Rivera ha instrumentado un plan de trabajo a la par con la agenda de obras públicas del ayuntamiento que encabeza Óscar Almaraz y bajo esa tónica han logrado que los avances en materia urbana se dupliquen. Una receta sencilla y lo más importante: muy productiva…
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