Por estos días México vive uno de sus periodos más oscuros en su quehacer público, nadamos en corrupción, pero más aún, estamos inundados de injusticia, impunidad y soberbia, porque Estados enteros han sido saqueados a plena luz del día, a la vista de todos y solo un gobernador de la actual camada de ladrones está en la cárcel; un panista por cierto.
Así es mis queridos boes, en ese contexto Tamaulipas no podría estar fuera del escándalo nacional, cómo no aportar nuestra cuota para seguir siendo la comidilla nacional, escarnio de los persignados y ejemplo de que en el viejo sistema si se podía decir, se podía hacer.
Solo así se entiende que hoy tres ex gobernadores estén en las síntesis informativas nacionales y un cuarto solo está a salvo porque se quedó calladito y no se mueve.
Ayer y el resto de la semana, Tamaulipas se ha robado la entrada de los noticieros estelares de televisión y ha sido tema en las mesas de debate de los programas de análisis.
Y es que algunos se hacen los sorprendidos porque los ex gobernadores, tenían escoltas pagados por el estado, cuando enfrentan órdenes de localización por
parte de autoridades americanas.
Fue el procurador Irving Barrios, el que desató el escándalo cuando anunció que el gobierno anterior gastó unos 30 millones en cuidarlos y que ya les habían quitado los escoltas.
¿Pero cómo, si los está buscando la autoridad?, parecían decir los presentadores de noticias cuando señalaban la nota. Pues sí, fue posible, era muy
normal.
El chiste es que la aportación de Tamaulipas a los escándalos no para ahí, al que se acaba de ir, se le señala como presunto propietario de una mansión de decenas de millones de pesos en San Pedro, Nuevo León, de la que seguro va a tener que dar cuentas al menos ante la opinión pública, sobre todo ahora que figura en la lista de consejeros nacionales del PRI, junto con sus incondicionales.
Por eso Manuel Cavazos Lerma, también de tristes recuerdos y por ahora amparado en el fuero constitucional porque es Senador, ni se mueve, ni habla y quién sabe si respire, sabe que ahí tiene su guardadito.
Y no se trata de que solo Tamaulipas tenga ex polémicos, en realidad los de estas tierras son solo parte de la gran oferta de ‘malrecomendables’ qué hay en el país.
Javier Duarte de Veracruz es el campeón entre lo más podrido de la corrupción en el país, seguido de cerca por Roberto Borge de Campeche al que ya deberían tenerle listo el uniforme de presidio, el otro Duarte, el de Chihuahua y Rodrigo Medina de Nuevo León, que al menos en los tribunales ha dado la cara.
Duarte de Veracruz ya se escapó, Borge no es considerado prófugo pero ya nadie lo ha visto y el resto goza de la misma impunidad.
¿Cómo se puede escapar un gobernador hinchado en lana?, ¿cómo se pueden llevar a toda su parentela y mover miles de millones de pesos mientras el pueblo chilla de coraje y la tripa le reclama de hambre?, muy fácil, con la complicidad de quienes tendrían que detenerlos, enjuiciarlos y condenarlos; es la maldita corrupción pues.
Juan García, ofuscado…
El gerente de la Comapa Reynosa Juan García Guerrero, viejo conocido en Victoria, evidentemente amigo de la alcaldesa fronteriza Maki Ortiz, parece estar molesto de más reflexionar poco al tomar partido en lo que parece un pleito entre la cúpula azul y la munícipe de la misma filia política.
Maki Ortiz está peleada con su Cabildo, con el Congreso y por lo que dicen sus partidarios, con la administración estatal panista.
García Guerrero tiene deudas políticas muy grandes con la alcaldesa, de hecho ha sido de su grupo desde hace años, pero ahora le debe el cargo en la gerencia de Comapa, ahí ya saben se manejan jugosas sumas de dinero, no por otra cosa han sido catalogadas como las cajas chicas de los municipios, pero además la hija del gerente es Senadora gracias a que Maki Ortiz hoy es presidenta municipal, porque la chica era su suplente.
Tal vez por eso cuando Juan García Guerrero comenta en su cuenta de Facebook una nota en la que se cita que otra ex alcaldesa: Lázara Nely González fue requerida por el Congreso local para aclarar dudas sobre su cuenta pública de Mainero, se lanza contra los que él ya ha hecho sus enemigos.
“Algunos bufones en Cd. Victoria están escupiendo al cielo, a nombre de distinguidos panistas”, se refiere Juan García a los diputados panistas del Congreso de Tamaulipas; sus compañeros de partido.
No sé si sea un error de cálculo, o que García Guerrero piense que no durará mucho en el cargo que consiguió en Reynosa, pero es bien arriesgado llamar “bufones” a los que le van a revisar sus cuentas públicas si es que las alcanza a presentar.
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