Como advirtiera meses atrás el dirigente nacional de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, de que, no obstante que es Margarita Zavala la que está al frente de las preferencias electorales, tanto al interior como afuera del PAN, al que no hay que perder de vista de cara a la sucesión presidencial del 2018 es al dirigente nacional, Ricardo Anaya Cortés.
Contra lo que muchos suponen, en el sur de Tamaulipas, por ejemplo, una gran parte de la militancia de Acción Nacional piensa que el jerarca panista sería una mejor opción para sacar al PRI de los Pinos dentro de año y medio. Aunque coinciden en que la ex primera dama de México es más popular y cuenta con mayores simpatías entre los electores, consideran que Anaya sería una carta de mayor peso en la próxima contienda presidencial.
La esposa del ex presidente Felipe Calderón, dicen, es una excelente persona, pero en la disputa del gobierno del país no siempre son las buenas personas ni las más simpáticas las que tienen éxito, sino los más hábiles y más capaces para encarar y confrontar a los adversarios, terreno en el que el actual presidente del CEN ha demostrado mejores hechuras que Margarita.
Otro pero que le ponen a la señora Zavala es la carga negativa de su esposo y la percepción de amplios segmentos de la sociedad civil de que, si eventualmente ganara los comicios presidenciales, el poder tras el trono sería el ex presidente Felipe Calderón, que la gente desaprueba, como desaprobó en el gobierno de Fox la actitud protagonista de la señora Martha Sahagún que le dio pésima imagen al gobierno del vaquero del rancho de San Cristóbal y de rebote al PAN.
En ese contexto de simpatías divididas tuvieron lugar ayer las asambleas del proceso de integración de las listas de aspirantes a delegados estatales y a consejeros nacionales para el periodo 2017-2019 que habrán de ser insaculados en la asamblea estatal del 4 de diciembre y electos o rechazados en el filtro final de la reunión nacional a celebrarse en enero en la capital del país.
La asistencia superior al 50 por ciento de la militancia puso de relieve el interés de las bases panistas de Tamaulipas en la conformación del Consejo Político Nacional que elegirá el 2017 a los próximos candidatos blanquiazules a gobernador de los Estados de México, Coahuila y Nayarit, y al puesto del presidente Enrique Peña Nieto al año siguiente.
En el marco de esta competencia en el municipio de Madero el dirigente Oscar Morado Gámez rindió el informe de trabajo en el que hizo un llamado a la unidad, factor indispensable, dijo, para capitalizar la coyuntura electoral abierta por la creciente adversidad y rechazo social al Revolucionario Institucional.
Al igual que los panistas, los militantes del PRI sostuvieron ayer domingo la reunión del Consejo Político Nacional, al que asistió el primer priista de México, Enrique Peña Nieto, quien, en el mensaje que dirigió a la militancia del país manifestó que lo que estará en juego en la sucesión presidencial que está a la vista no será el triunfo del partido sino el futuro de México y, además de convocarlos a luchar como guerreros para conservar el gobierno, le pidió no dejarse llevar por derrotistas y mucho menos por aquellas voces que hablan de falsos acuerdos electorales.
En Tamaulipas, en cambio, los consejeros nacionales tamaulipecos, Aída Zulema Flores Peña, María Esther Camargo Félix, Alejandro Guevara Cobos, Efraín De León León, Susana Hernández Flores, Felipe Solís Acero, Monserrat Arcos Vázquez, Ramiro Ramos Salinas, Olga Sosa Ruiz, Griselda Carrillo Reyes y Alejandro Etienne Llano, entre otros, rindieron la protesta estatutaria durante un acto en el que el gran ausente fue el ex gobernador Egidio Torre Cantú.
Actitud acertada sin duda la del ex mandatario de mantenerse alejado de los actos partidistas. La serie de protestas originados por su nombramiento como consejero nacional revela el grado de rechazo de que es objeto ETC en las filas priistas. Asistir lo habría expuesto a expresiones lamentables que no es oportuno recibir en estos momentos de sensibilidad preelectoral.
Otra inasistencia que provocó extrañeza fue la del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca al acto inaugural del Altama, City Center, de Tampico, el centro comercial más importante del Estado en el que invirtieron 2 mil 500 millones de pesos. Y es que enviar a un representante a un evento de esta magnitud siempre será motivo de suspicacias.
jlhbip@hotmail.com