MATAMOROS, Tamaulipas.- El módulo de Atención a Migrantes que opera la Diócesis de Matamoros en la Central de Autobuses Lucio Blanco, interpuso una queja contra tres instancias del gobierno por incumplir en la asistencia a los repatriados, lo que ya derivó en un asesinato ocurrido en la localidad.
Tras suscitarse el homicidio de una indigente por un deportado con problemas mentales, el módulo emprendió un proceso ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en contra del Consulado de México en Brownsville, el Instituto Nacional de Migración (INM) y el Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM) por incumplir con la repatriación segura.
“Nos afecta como ciudadanos, es una recomendación a las instancias como el Consulado, si una persona viene en un estado sicológico mal deben atenderlo y no lo hacen”, dijo el representante del departamento, Juan Antonio Vargas Sierra.
Agregó que hace un año el ITM asignó a una sicóloga en el centro de atención pero que después fue retirada y se quedaron sin el servicio. De la misma manera, en el módulo de salud que está en el INM se carece de una profesional.
“En muchas ocasiones tuvimos la necesidad de llevar a las personas a la instancia de salud mental en Matamoros para tratar de estabilizarlos y posteriormente salieran en condiciones aptas para regresar a sus hogares”, indicó.
El entrevistado manifestó que esperan las autoridades respondan a la demanda de que se vigile el arribo de los connacionales expulsados de Estados Unidos, para que no vuelva a ocurrir una situación como la que se registró la semana pasada.