La reacciones de malestar por el retraso en la elección del nuevo guía estatal del PRI de Tamaulipas siguen aumentando.
El dirigente estatal del Movimiento Territorial del ex invencible, Humberto Valdez Richaud, el mismo que echó pestes contra la designación del ex gobernador Egidio Torre Cantú como consejero nacional, ha elevado nuevamente la voz, esta vez para exigir a la Comisión de Justicia Partidaria que obligue a la presidenta interina del partido, Aida Zulema Flores Peña, que convoque a la elección del sucesor de Rafael González Benavides que dejó el puesto el 3 de octubre.
El argumento que esgrime es que, como ya se cumplieron los 60 días que marca el artículo 164 del estatuto priista, que a la letra dice: En caso de que exista un ausencia definitiva del presidente, el cargo lo ocupara el Secretario General, quien convocará a elección en un plazo de 60 días al Consejo Político que corresponda, para que proceda a realizar la elección del Presidente sustituto que deberá terminar el periodo estatutario correspondiente, es imperativo que se realice el cambio.
La idea del Betico es abanderar el sentir de malestar que existe entre la militancia por esa razón pues él sabe mejor que nadie que el asunto está en manos del alto mando nacional y que, no obstante la urgencia del relevo que se requiere para sacar al partido de la inmovilización, el desánimo y desactivar las pugnas causadas por la debacle del 5 de junio, el CEN tiene que elegir al aspirante que mejor garantice la unidad partidista o que no divida, que no será fácil.
Como es del dominio público, el presidente nacional, Enrique Ochoa Reza, dijo en agosto que la elección del nuevo jerarca priista tamaulipeco se efectuaría en octubre pero ya transcurrió la primera semana de diciembre y es fecha que no llega, hecho que ha dado pie, además de la consabidas expresiones de malestar y de protesta, a un aumento del pesimismo sobre la suerte que depara al partido en los próximos procesos electorales, especialmente de la sucesión presidencial del 2018
Para la mayoría de los militantes del tricolor, las condiciones de descontento social generadas por la falta de resultados del régimen del presidente Enrique Peña Nieto no auguran nada bueno a la causa priista, por lo que consideran urgente la restructuración de los mandos del instituto político
No obstante las presiones y las exigencias, todo indica que será hasta enero cuando se iniciará el proceso de la imposición del líder que el momento requiere.
¿Cuál será el método? A ciencia cierta no se sabe, pero todo indica que se optará por el consejo político, la situación que priva al interior del partido no está para recurrir a la consulta a la base, como muchos exigen, porque agravaría las pugnas y divisiones derivadas de la búsqueda de culpables de la derrota electoral.
Además, no solamente Tamaulipas se encuentra en ese estado, en las 7 entidades federativas en las que el PRI perdió los comicios pasados, entre ellas también la de Veracruz, tampoco se ha iniciado el cambio en los mandos estatales.
En las filas del PAN, por otra parte, no cesan las presiones contra la alcaldesa de Reynosa, Maky Ortiz Domínguez. El presidente de la comisión de gobernación del congreso, diputado Jesús María Moreno Ibarra, anunció que, aunque será hasta la próxima semana cuando se analizará el caso, está decidido que la funcionaria será objeto de una amonestación pública.
El argumento, que en la respuesta que la titular del ayuntamiento dio al exhorto del órgano legislativo no sólo no proporcionó la información que le fue solicitada, sino que desestima la petición y hasta le falta al respeto a la instancia gubernamental.
Ahora dos buenas y una mala.
Las buenas, la primera que, según declaró el Delegado Estatal del IMSS, doctor Roberto Hernández Baéz, el instituto médico asistencial cubrirá el 99 por ciento las demandas de medicamentos. La segunda, las 16 toneladas de basura electrónica que recaudó el ayuntamiento de Tampico en los dos primeros meses de gobierno que se enviarán a San Luis Potosí para su reciclaje.
La mala, que, de acuerdo con un pronóstico de la evaluadora Merril Lynch, el crecimiento económico de México en el 2017 será de apenas 1. 3 por ciento. Los motivos, el efecto de la política migratoria de Donald Trump, la baja petrolera, las elecciones y el descontento social contra el gobierno de EPN.
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