CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Los acuíferos profundos y someros de los que se surte al menos el agua potable en ciudades de la entidad, son contaminados por hundimientos y roturas del drenaje, drenaje pluvial mal canalizado, el riego de huertas de cítricos, deshuesadoras de vehículos y establecimientos como talleres mecánicos o comercios, donde no se siguen las normas para aguas residuales y permiten filtraciones de aceite y residuos orgánicos.
La escasa o nula inspección de las autoridades estatales y federales de ecología, la mala calidad de los tubos de drenaje y la falta de drenaje pluvial que lleva aguas de lluvias hacia arroyos, resultan en agua contaminada por sólidos, además de que ni Salud ni la Comisión Estatal del Agua llevan a cabo monitoreos constantes de la calidad del agua.
En el último informe de la Comisión Nacional del Agua, aseguran que el total de sólidos totales disueltos, no rebasa los mil miligramos por litro, y afirman que este es el límite máximo permisible por la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994, Salud ambiental.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el límite máximo para determinar agua potable de calidad promedio, no debe rebasar los 600 miligramos por litro, por lo que puede considerarse que la llamada agua potable que entregan los organismos municipales sobrepasa en promedio hasta por un 75 por ciento el límite de sólidos en suspensión.
Además, la OMS exige que el agua utilizada en hospitales y escuelas tenga la calidad necesaria para ser consumida por humanos sin necesidad de una filtración secundaria.
La Conagua asegura en su último informe sobre los acuíferos de Tamaulipas que solamente en “algunos sitios que reflejan la influencia de focos puntuales de contaminación”, del líquido.
En 2007 un estudio del agua en el centro de Tamaulipas, realizado por Miembros del Cuerpo Académico Dinámica y Conservación Ambiental de la UAM de Agronomía y Ciencias, UAT, encontró tanto en la presa Vicente Guerrero como en acuíferos profundos la presencia de insecticidas que han sido prohibidos en casi todo el mundo, incluso en México.
Lejos de realizar otro monitoreo, las comisiones del Agua federal y estatal, se limitaron a rechazar las conclusiones del estudio realizado por académicos de muy alta calificación, que señalaban contaminantes que no se disuelven y requieren de muchas décadas para biodegradarse.
En las fuentes de abastecimiento y la red de distribución de agua potable de ciudad Victoria, en Tamaulipas, se encontró clorotalonil en una concentración de 0.35 pg/I (microgramos por litro) y se detectó la presencia de los plaguicidas dieldrín, epóxido de heptacloro, alfa-clordano,
gamaclordano, endrín aldheído, hexaclorobenceno, trifluralín, aldrín, y endosulfan II tanto en el agua cruda proveniente de la presa Vicente Guerrero”, señala el estudio de los doctores Lorenzo Heyer R., Olga G. Ramos G., Francisco R. de la Garza R., Patricio Rivera O. y Blanca I. Castro M.
La Conagua acepta en un informe de este año que hay un incremento en la concentración de sólidos totales disueltos en el agua de las partes topográficamente más altas “hacia la planicie, en dirección de la Presa Vicente Guerrero, evidenciando de esta manera la trayectoria preferencial del flujo subterráneo”, dice el “Acuerdo por el que se da a conocer el resultado de los estudios técnicos de las aguas nacionales subterráneas del acuífero Victoria-Casas”, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 6 de junio de este año.
Cifras de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado aseguran que al menos se surte un promedio de mil 500 litros de agua por segundo, pero llega a las tratadoras menos el 60 por ciento de ese total, lo que significa que además de fugas de agua potable, los drenajes que sufren hundimientos constantes filtran agua al subsuelo, sobre los acuíferos
de donde se surte a la ciudad.
Los acuíferos Victoria-Casas y Victoria-Güémez, tienen un promedio de recarga de 91 millones de metros cúbicos (Mmc) anuales, con un promedio de extracción superior a los 100 millones de metros cúbicos anuales, de los cuales solamente 70 Mmc. cuentan con una concesión.
En Tamaulipas solamente se trata el 70 por ciento del agua enviada a la red municipal y en las 44 plantas de tratamiento municipales, las descargas al drenaje de domicilio tratan el 60 por ciento del agua servida, mientras que, de las descargas industriales, en las 99 tratadoras, se procesa la mayor parte del agua utilizadas, aunque no hay reportes de Conagua respecto a si este tratamiento quita la mayor parte de sustancias químicas contaminantes.