Apoyo, transparencia y seriedad.
En tres valores que deben reflejarse en acciones, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, resumió ayer en forma sucinta los requerimientos para que se mejore el combate a la inseguridad en Tamaulipas.
Y lo confieso, me deja confundido el segundo hombre en importancia en la estructura del poder federal.
Durante varios años, las versiones oficiales de lo tratado en visitas anteriores del titular de la SEGOB a nuestra patria chica durante la administración estatal anterior, versaban con frecuencia sobre el reconocimiento al respaldo del Estado en esa tarea. Y ayer, Osorio dejó como lectura entre líneas que ese auxilio no existió cuando mandaba en el Estado Egidio Torre Cantú, porque no se puede pedir lo que ya existe o se supone que ya funciona así. Y es obvio que semejante saldo negativo no es responsabilidad del actual gobierno, con apenas dos meses al frente de la Entidad.
Sin duda es vital que existan las condiciones que demanda el Secretario de Gobernación, pero a la luz de la historia cercana parecería que en el terreno de la seguridad pública en Tamaulipas antes operó más la política que los resultados, porque ahora se está reclamando lo que meses y años atrás dábamos por descontado, de acuerdo a esas mismas instancias, que ya operaba.
Así que me queda exponer dos buenos deseos: Ojalá le den, como él lo pide, seriedad y apoyo al señor Osorio Chong, entendido como gobierno federal. Y ojalá que también la SEGOB entregue lo mismo a los tamaulipecos…
Barro con dos usos
En la serie de incidentes, por fortuna hasta ahora no mortales, que ha sufrido Ciudad Madero en los hundimientos de pavimentos en varias de sus vialidades, deberíamos tomar en cuenta lo que parece al paso de los años una posible explicación.
Durante décadas, Madero fue un ejemplo nacional de pavimentación con concreto hidráulico. Eran los años del omnímodo y apabullante dominio quinista, cuando Joaquín Hernández Galicia, Salvador Barragán Camacho y el sindicato petrolero ordenaban hasta la fuerza y dirección del viento.
Hoy queda claro que aquel modelo de urbanización vial era más negocio que servicio público, porque empiezan a brotar las graves fallas en la construcción de esas obras, todas manipuladas por el gremio para enriquecer sus arcas y las de varios de sus hijos predilectos y casi todas
materializadas durante la hegemonía de esa casta de dirigentes laborales.
Como queda claro, al igual que en lo político cuando se demostró que “La Quina” era un ídolo con pies de barro, en las obras manejadas por el sindicato también se está haciendo evidente que ese mismo barro se utilizó para rellenar muchas calles y después maquillarlas con concreto.
Un gran negocio en ese tiempo, que ahora podría provocar una gran tragedia…
Freno a rumor
Ayer, la Secretaria de Salud en el Estado, Lydia Madero, frenó de golpe las especulaciones desatadas en los días cercanos sobre su renuncia a ese cargo.
Como dicen en lenguaje coloquial, la funcionaria “se soltó el pelo” y manejó una agenda pública de primer nivel. Temprano acompañó a la presidenta del Sistema DIF Tamaulipas, señora Mariana Gómez de García, en la creación e instalación del Grupo Estatal de Prevención del Embarazo en Adolescentes. Más tarde fue protagonista en la presentación de la Estrategia Nacional de Registro de Nacimiento Oportuno en Hospitales, “Soy México, mi acta al nacer” al poner a disposición de este programa toda la estructura hospitalaria y asistencial para la operación de módulos que atenderán ese objetivo, lo cual hizo ante el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio y del gobernador Francisco García.
Parodiando una frase de campaña panista: Lo anterior indica que “De que se va, no se va…”
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