Mientras la parte menos ‘letrada’ de este México jodido ha estado inmerso en la celebración de los XV años de una desconocida, en el México real se fragua una crisis que podría semiparalizar al país: la escasez de gasolina, eso sin contar con las previsiones que indican que el producto se encarecerá apenas inicie el 2017.
Así es mis queridos boes, es una pena que serán esos, los que estaban más interesados en el color del vestido de Rubí, si tenía buena cara el asado y el arroz que se sirvió y si el sacerdote accedía a dar la misa o no, los que padecerán con más fuerza la crisis de la gasolina que nos acecha a todos.
Por ahora al menos 15 entidades del país ya reportan estaciones de servicio sin gasolina, todos del centro y la falta del combustible apunta hacia el norte; hacia acá.
Pemex, como siempre, ha minimizado el problema, asegura que no hay desabasto, aunque las televisoras y los medios impresos ya han documentado las largas filas y las estaciones de servicio cerradas con letreros que indican que no hay gasolina.
Lo más que ha acertado a decir la paraestatal es que un grupo de gasolineras están escondiendo el producto, que no es cosa de ellos.
La realidad es que Pemex, el gobierno federal, esos chicos de Enrique Peña Nieto que presumen ‘Mover a México’ muestran un día su incapacidad y el otro también.
Siendo Pemex el proveedor del 99 por ciento del combustible que se consume en el país, ¿cómo no poder controlar su distribución?, ¿cómo dejar; si es que es cierto, que un grupo de empresarios comercializadores escondan el producto?. La realidad es que Pemex muestra cada día más las señales de la quiebra pese a la tan celebrada por los chicos de Los Pinos de la reforma energética.
Hace dos años nos vendían la reforma como la panacea, la entrada de México al desarrollo, gasolina más económica y hasta de mejor calidad: lo que
resultó es lo que estamos viendo: no hay gasolina y la que hay es más cara.
Por ahora, insisto, son 15 estados los que muestran desabasto, casi la mitad del país, pero pronto podríamos estar hablando de una crisis nacional y el gobierno anunciando la importación masiva y obviamente más caro del hidrocarburo.
Podría ser incluso una maniobra del gobierno de Peña Nieto, porque desde ahora los analistas energéticos indican que la gasolina podría costar en enero hasta un peso más, es decir, la Premium llegaría a 17.75 pesos y la Magna casi 15 pesos.
Es decir que para el primer mes del 2017 habría todas las condiciones para una alza generalizada de precios: transporte, alimentos y servicios.
Claro que el alza coincidiría con la apertura total para el ingreso de gasolineras diferentes a las que concesiona Pemex, por lo que el panorama no indica que los precios vayan a bajar como nos lo vendieron los que tanto defendían la reforma energética.
¿Habrá el PRI y el gobierno de Enrique Peña Nieto calculado el riesgo electoral al que se expone con los dos fenómenos: la escasez y el alza en pleno año de elecciones?
No creo que lo hayan calculado, Peña Nieto parece que no es capaz de calcular nada, porque todo indica que le apuesta y le apuestan a la capacidad reflexiva de un país que se deslumbra con fenómenos tan pobres intelectualmente como el de los XV años de Rubí.
La apuesta tricolor peñista, parece indicar que mientras haya tonterías en qué entretener al grueso de la población puede pasar cualquier cosa en perjuicio del país y el precio que se pague será el menor.
No me se extrañaría que una vez que la gasolina llegue a los 17.75 pesos aparezca un nuevo affaire en las redes sociales y logre el apoyo de las grandes televisoras para atrapar al país mientras que el fisco nos apuñala.
Por ahora el tema es Rubí, porque si bien es cierto que la fiesta de los XV años de Rubí ya pasó, el resto de la semana, del año, será el tema a rumiar en los medios masivos.
Que el muerto, que los regalos, que el muerto, la tipita y sus padres desfilarán otra vez por los sets de televisión para hacer el recuento de la reunión y el futuro de la muchachita.
Ahí estará el México pendejo dando cuenta de lo que para ellos es importante, un fenómeno viral cocinado en las redes sociales, mientras la economía nacional se hunde, mientras el poder adquisitivo se diluye, mientras nuestro futuro se torna negro y nosotros en la pendeja color de rosa de una quinceañera a la que hace unos meses no hacíamos en el mundo.
Sí, somos el hazmerreír de los países desarrollados, allá donde no dan crédito a lo que ven de una nación que se desangra por la inseguridad y es apuñalada por la clase gobernante, mientras canta y baila en una fiesta a la que nadie nos invitó. Pobre México.
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