Según los estudiosos de esta fecha nos dicen que se remonta a los comienzos de la era cristiana cuando el rey Herodes temeroso de que el recién nacido Jesús de Nazaret le fuera arrebatar el poder ordenó matar a todos los niños menores de dos años de la Ciudad de Belén en la creencia que uno de estos fuera el temido niño Jesús, de aquí el porque cada veintiocho de diciembre la grey católica acostumbra realizar bromas a nombre de los inocentes de Judea sacrificados allá por la edad media.
Con el correr de los años la fecha terminó adquiriendo el carácter de una broma llegando a América cuando los españoles conquistaron México.
Para esto debemos recordar que en Europa existía la costumbre de festinar el seis de diciembre como el Día de San Nicolás, un obispillo en broma que era seleccionado entre los niños del coro y cuyo poder terminaba el veintiocho de diciembre.
Este personaje era conocido también como El Obispo de los locos, que venía siendo todo lo contrario al orden social de aquellos años a quien le era permitido toda clase de bromas; de aquí el porqué este día en el mundo se acostumbra celebrarlo con bromas y pobre del que se moleste porque entonces las bromas en su contra arrecian. Es un simple juego de corte cristiano pero basado en un hecho histórico.
Hoy la práctica de este acontecimiento casi fue desterrada y solo los recuerdos quedan, pues los menores de hoy ya no creen en estas cosas y cuando mucho de vez en cuando muy a fuerza se paran por la iglesia.
En fin, la niñez de hoy ni en sueños se parece a la niñez de hace sesenta años y los padres en su mayoría poco les importa que crean o no en estos sucesos religiosos, razón por la cual con justificada razón o no los creyentes que aún quedan se lamentan bastante de que el mundo ande de cabeza y todo porque se ha de dejado de creer en Dios y en La Virgen.
Pero además, las creencias religiosas han crecido bastante y cada una tiene su iglesia pero lo peor es que se hizo cuestión de honor pelearse y ganarse a los fieles de hoy, pues con eso de que gana el que sepa comer más pinole y logre llenar la iglesia.
En fin, la antigua costumbre de los santos inocentes que se dejaron engañar no ha desaparecido del todo en México y este día seremos testigos de lo que aquí se escribe, por lo tanto, pónganse muy listos para que no sea sorprendido por un familiar, un amigo o simplemente por una amistad ocasional.
Hago un paréntesis en este espacio para agradecer al Señor Director del Hospital Infantil de Ciudad Victoria, Tamaulipas, Dr. Carlos Guillermo Morris Garza como a todo el personal médico, de enfermería y administración que se han portado bastante bien con mi nietecita Mónica Meza Villarreal, quien está siendo tratada bastante bien al grado que ha mejorado mucho su estado de salud.
Mi Moniquita fue operada el día de ayer y salió muy bien de la misma. El próximo martes tres de enero del próximo año será intervenida de nueva cuenta y esperemos en Dios, en la virgen y en los doctores que todo resulte bastante mejor, pues me falta mucho con quien pelear acá en la casa.
Para mi hija y mi yerno, Blanca Mónica y Roberto, solo les pido tengan confianza en Dios y en las once mil vírgenes, pues estoy seguro de que todo va a salir bien.
Desde luego aprovecho la oportunidad para agradecer a todas aquellas personas que de una u otra manera han elevado sus oraciones al Supremo Arquitecto del Universo o que han estado apoyando a la familia de una u otra manera. Para todas ellas y ellos mi eterna gratitud.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.