El brutal golpe al bolsillo que van a sufrir los mexicanos con el desmedido incremento a los precios de las gasolinas y el diesel, que van a provocar un encarecimiento de la vida, muestran una vez más que en México hay dos clases de sociedad: La clase dorada, formada por los políticos y una élite empresarial que goza de las prebendas del poder y la otra, la de los jodidos, formada por los obreros empobrecidos con raquíticos salarios y más de 50
millones de personas que viven en la pobreza extrema y que a diario tienen que luchar para poder sobrevivir.
Para la clase política, que goza de fabulosos salarios y enormes prestaciones sociales, como seguros médicos, vales de despensa, vales de gasolina, autos nuevos, pasajes de avión y gastos de representación, el incremento al precio de las gasolinas no les asusta y ven como algo normal.
Sin embargo, para millones de mexicanos que viven de sus raquíticos salarios y que no gozan de vales de despensa, porque el Gobierno Federal hizo una reformas para no reconocerlos como gastos de las empresas y que tienen que pagar todos los días el transporte urbano o bien comprar gasolina para las chatarras que tienen y de las que se avergüenza el Gobierno, el alza en las gasolinas es un duro golpe al bolsillo.
Nuestra clase política vive en un mundo muy diferentes al de millones de trabajadores mexicanos, de otros millones de micro emprendedores que luchas también para sobre vivir frente al lacerante desempleo y por ese motivo son insensibles y hasta pudieran acusar a esa clase de miserables de escandalosos, por el incremento en los precios de las gasolinas.
Antes de la celebración de la Navidad, el Presidente Enrique Peña Nieto, le pidió a los mexicanos no perder la fe en México.
En su mensaje navideño Peña Nieto, pidió: “como mexicanos compartimos el deseo de poner en alto el nombre de nuestro país. Sintámonos orgullosos de nosotros, de contribuir todos los días a ser una mejor nación”.
Y remató: “hoy tenemos un México fuerte, unido. Manténgamos el compromiso con las futuras generaciones y con los que ya no están con nosotros. Creamos en nuestro país, hablemos bien de el”.
Una vez más el Presidente Peña Nieto se equivoca. Los mexicanos nunca han perdido la fe en México. Los mexicanos han perdido la fe en su Presidente y en su Gobierno y se lamentan que en horas tan difíciles que vienen no tengamos un Presidente fuerte para hacerle frente a los desafíos durante el 2017.
Los mexicanos Sr. Presidente no hablan mal de México. Hablan mal de usted como Presidente y de su gobierno, porque no ha dado los resultados que ofreció y porque se sienten engañados con sus reformas.
Que bueno Señor Presidente que hace unos meses nos hizo la aclaración de que ningún Presidente se levanta por la mañana pensando como joder a México.
No quiero pensar como estaría el país si usted se levantara pensando como joder a México, porque sin pensarlo usted tiene al país en una profunda crisis económica, social, de inseguridad y lo más grave de credibilidad en su mandato.
Con esos graves problemas los mexicanos vamos hacer frente al 2017, que será desastroso, porque además de los conflictos internos que padecemos,
tendremos que dar la cara a las amenazas del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump y por ese motivo, reiteró que es muy triste que no tengamos un Presidente fuerte y con liderazgo que nos convoque a enfrentar nuestros próximos desafíos.
Picadillo… empiezan ajustes en la jad
Las nuevas autoridades de la Junta de Aguas y Drenaje, comenzaron hacer los primeros ajustes de personal de confianza de la dependencia, dando de baja a empleados que fueron contratados en la pasada administración. Se trata de empleados que tienen apenas tres o dos años y hay algunos que tienen apenas tres meses. Se estima que en un primer paquete se van a ir 200 empleados, algunos de ellos de primer nivel.