BERLÍN, ALEMANIA.- Gruesos bloques de hormigón, cámaras de vigilancia y vehículos policiales quedaron colocados ayer en los accesos a la Puerta de Brandeburgo, donde miles de alemanes despedirán al 2016, un año que ha estado marcado por el temor a más ataques terroristas.
Para garantizar la seguridad, las autoridades berlinesas han dispuesto un contingente policial integrado por mil 800 agentes, a los que se sumarán unos 800 miembros del equipo de seguridad privada. Medidas como éstas se replicarán en ciudades como Fráncfort y Múnich.
En su discurso de fin de año, la canciller alemana Angela Merkel aconsejó a los ciudadanos mirar con optimismo hacia 2017, pese a la “dura prueba” infligida al país por el terrorismo islámico.
En otras capitales europeas, la bienvenida al 2017 se prevé en condiciones similares: con fuertes dispositivos de seguridad y prohibiciones que, suponen, podrían minar los esfuerzos de cualquier clase de atentados.
En Madrid, por ejemplo, el Gobierno prohibió la circulación temporal de camiones privados de tres toneladas y media o más por el Centro de la ciudad durante los desfiles de los Reyes Magos previstos para la próxima semana, a fin de evitar posibles ataques con camiones como los ocurridos en Berlín o Niza el año pasado.
Por su parte, el Gobierno francés movilizará a más de 96 mil personas —entre policías, gendarmes y militares— para garantizar la seguridad de los festejos, indicó ayer el ministro del Interior, Bruno Le Roux.
Esas fuerzas se van a centrar en los lugares “particularmente concurridos” durante un recorrido por el Centro más turístico de París en torno al museo del Louvre.
Con información de Informador