TAMPICO, Tam.-Preocupa a Coparmex el impacto inflacionario que pueda generarse con los aumentos a los combustibles.
“El mercado de precios abiertos es adecuado porque permite que la participación de más jugadores fije el precio final de acuerdo a la libre competencia, sin embargo, en México, el componente de impuestos que tienen los precios de gasolinas y diesel es muy elevado, más del 40 por ciento”, revelo Efraín Rodríguez, presidente de Coparmex sur de Tamaulipas.
Agregó que manejar subsidios como hasta ahora se ha hecho inviable y regresivo, además de que tampoco Pemex puede seguir absorbiendo las pérdidas por las transacciones de compra-venta de gasolina sobre todo la importada, que ascienden a más de 50 mil millones de pesos anuales.
“Sin embargo en la determinación de los nuevos precios, nos parece desproporcionado que el gobierno le traslade todo la carga al consumidor final y que no haya voluntad por ajustarse el cinturón y revisar esquemas de reducción de cargas fiscales”.
Insistió en que se debe revisar los porcentajes considerados en la fórmula para la determinación de los precios, demandando al gobierno ajustes a la baja en los impuestos respectivos.
“Tenemos una gran preocupación por el impacto inflacionario que pueda generarse con los aumentos en los combustibles. Otro aspecto relevante que nos pone en una situación muy vulnerable e incide en el precio de los combustibles, es la falta de infraestructura en refinación, transportación, distribución y almacenamiento que nos han vuelto dependientes del exterior. De mantenerse esta situación seguiremos muy vulnerables al no lograr la autosuficiencia energética”.
Advirtió que es el momento de sentar las bases para una profunda renovación y modernización industrial de petrolíferos y petroquímicos. Dijo que es evidente que Pemex ya no cuenta con la capacidad técnica ni financiera para mantenerse como el proveedor único de los combustibles por lo que hay que hacer una transición rápida y efectiva para evitar que las pérdidas acumuladas de la paraestatal la lleven a una situación insostenible.
“El reto es enorme pero inaplazable ya que de no enfrentarlo, los costos futuros serán mayores y más drásticos. Además se deben diseñar esquemas de fomento e incentivos a la inversión privada para que participen en los procesos de refinación, transportación, distribución y almacenamiento en forma eficiente y productiva para tener precios competitivos en el mercado”.