A Enrique Ochoa Reza los priistas más recalcitrantes le llaman líder, él se cree líder e intenta dirigirse al país como líder del partido en el gobierno, en sus últimos discursos y entrevistas se ha dado a la tarea de defender el histórico gasolinazo que nos recetó su jefe Enrique Peña Nieto, asegurando que no se podían mantener los precios de los combustibles como antes que porque eran ‘irreales’, ‘artificiales’ y por eso les subieron más del 20 por ciento.
Así es mis queridos boes, lo dice un tipejo (persona ridícula y despreciable, según la Real Academia de la Lengua), que no sabe el verdadero significado de real y artificial, porque si lo conociera no estaría hablando tonterías.
“La medida responsable hacia adelante es que el valor de ese combustible refleje su precio real, consecuente con el alza internacional del precio del petróleo y con el valor elevado del dólar con respecto al peso y otras monedas internacionales”, dijo Ochoa Reza hace unos días.
“Por esa razón la medida responsable era quitar el precio artificial de las gasolinas y el diésel en el país y que el precio refleje el valor real del producto”.
Irreal y artificial señor Ochoa Reza es su liderazgo, porque si bien debemos recordar el presidente se lo sacó de la manga para hacerlo dirigente nacional del PRI cuando en buena parte de los 32 estados de la República era un desconocido para los propios tricolores.
Artificial e irreal sus preocupación por el pueblo al que la gasolina le aumentó de tajo casi dos pesos, su solidaridad con un país al que su partido le tiene sumido en el subdesarrollo.
Irreal y artificial su cruzada contra la corrupción, porque lejos de poner el ejemplo señor Ochoa Reza aceptó la indemnización millonaria de la CFE cuando usted renunció voluntariamente.
Irreal, artificial e hipócrita su lucha contra la corrupción, porque con su complacencia y las autorizadas emanadas de su partido ayudaron a que Javier Duarte escapara del país cuando había dejado en la quiebra a Veracruz, porque hicieron lo mismo con Roberto Borge de Quintana Roo y han hecho lo propio con Rodrigo Medina, Rubén y Humberto Moreira.
Irreal y artificial señor Ochoa Reza la representación del pueblo que presumen los diputados federales y los senadores de su partido, porque cuando prometieron defendernos como perros, se han sumado al golpe económico con su silencio y con el reparto de millones de pesos disfrazados de bonos de gestoría.
Irreal y artificial señor Ochoa Reza los salarios mínimos, esos que los gobiernos de su partido presumieron con una alza hasta los 80 pesos, antes de que nos dejaran ir la estocada del gasolinazo que terminó por pulverizarlos aún más.
Lo real señor dirigente nacional del PRI, es que el salario mínimo alcanza para comprar al día 4 litros de gasolina, pero ese día la familia se quedará sin comer, sin vestido, sin escuela, sin el resto de los servicios básicos.
Real y no artificial señor, es que su jefe, el presidente Enrique Peña Nieto se ha ganado el repudio casi unánime del país, del que en los últimos días ha recibido una lluvia de mentadas de madre.
Real, muy real, es que hoy no más de dos de cada diez de los mexicanos que son encuestados dice que apoya al presidente emanado del partido del señor Ochoa Reza.
Real es que el futuro del partido que dirige el señor Ochoa Reza tiene el peor de los panoramas de cara a las elecciones de mitad de este año y las presidenciales del 2018, porque ha perdido el apoyo hasta de las bases militantes.
Real, es que el país está ‘encabronado’, harto, al borde de un estallido social provocado por las mentiras del presidente priista que una y otra vez en el 2015 dijo que se acababan los gasolinazos, que bajaría la luz (acaba de volver a subir) y que comenzábamos a ver los beneficios de las reformas estructurales.
Real, es que poco a poco las protestas a lo largo y ancho del país se multiplican y suben de tono ante la indiferencia de un presidente que ni siquiera ha tenido los arrestos para salir a los medios de comunicación a explicar los porqués de los incrementos.
Real, es que sólo con protestas subidas de tono, con toma de edificios y bloqueo de carreteras el gobierno que no ve ni oye va a voltear a atender al pueblo enardecido ante su insensibilidad.
Real, es que los aspirantes del PRI a las alcaldías, gubernaturas, diputaciones y no dudo que a la propia presidencia hoy estén sumados a la mentada de madre nacional contra Peña Nieto, porque el gasolinazo les coloca en una derrota adelantada.
Real, es que los propios alcaldes de extracción tricolor mientan madres, aunque sea en voz baja, porque el gasolinazo les complicará la ya de por sí complicada tarea de ofrecer servicios públicos decorosos.
Real, que la decisión de Peña Nieto pudo haber significado la firma de la carta de defunción del partido que lo llevó al poder y el que en un intento por mantenerse con vida no dudó pronto se vaya a desligar del que ahora todavía le llaman primer priista del país.
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