Entre tanto descontento social, el alza al gas, la luz, la gasolina, el dólar que se disparó, los saqueos, las manifestaciones, los bloqueos y no falta que en la casa la suegra que sólo fue de visita en diciembre y todavía no se va o que el güerco no ha hecho la tarea que le encargaron y ya entra el lunes… es el fútbol un oasis en medio del desierto.
Al menos eso debería de ser para quienes ven en este deporte el alivio a sus males, a final de cuentas es un distractor social que moviliza a las masas, pero Correcaminos no supo aprovechar esta valiosa oportunidad.
La razón, muy simple: la expectación era mucha y la gente no recibió nada a cambio.
La sensación de vacío que provocó escuchar que el único cambio que hubo en el equipo azulnaranja fue de nombres se percibió en varios momentos de la presentación de las nuevas personas que están al frente del club y se manifestó en redes sociales, mesas de café y la charla de amigos en la barra del mismo bar.
Días atrás conocí a Rafael Flores Alcocer, nos puso en contacto un gran amigo que los años en el fútbol y el periodismo me han permitido conocer, su nombre, Enrique Miguel Badillo.
A Rafael personalmente y sin miramientos, lo puse al tanto de las situaciones que pesan sobre Correcaminos, lo bueno, lo malo y lo peor; la gente de valor y los cánceres que ahí pesan, la incongruencia en ciertas decisiones y su prenda más valiosa: el proyecto de la Segunda División. Datos, historia y hasta cifras.
Enrique Badillo jugó un papel muy importante, pues se le brindó la confianza de formar parte del proyecto y con los años que tiene dentro del fútbol al ser considerado en la nueva era de Correcaminos, se comprometió a aportar toda la experiencia posible, sus relaciones y en esa línea trabajó.
En efecto, gracias a su fuerte presencia dentro del Grupo Pachuca logró contactar al ‘Toro’ Cavenaghi, a Matías Vuoso, al “Puma” Anelka y todavía el fin de semana pasado, Andrés Fassi puso a sus disposición a Eial Strhman, a quien tienen jugando en Talleres y quien vendría a préstamo sin costo, más
que su sueldo que no es cosa del otro mundo, si Correcaminos se decidía contratarlo.
Súmele que tenía tres empresas -Electrolit, Comex y Pisa- con contratos hechos para invertir en el equipo azulnaranja, mismos que prescribieron esta misma semana ante la nula respuesta oficial.
En redes sociales la afición festejó que en este nuevo proyecto viniera alguien con un respaldo en el fútbol como él, dado a que ha colaborado en equipos que se han convertido en un fenómeno social, ejemplo reciente la Jaiba Brava, ya que su estilo de trabajo es popular, dirigido a las masas basado en el sentimiento y la pasión que provoca un equipo; era pues la dosis perfecta que necesitaba Correcaminos que por años permaneció alejado de su gente enfriando la relación.
Pero, ¿qué pasó?. La mano negra tendida por Alejandro Irarragorri provocó que la liga AscensoMX intentara poner un veto sobre Badillo, mismo que se echó por tierra ante la oportuna intervención de Jesús Martínez; el problema fue superado, según fuentes que me lo confirman.
Bajo este contexto la invitación nunca se formalizó y Badillo no fue requerido para la presentación de la nueva dirigencia de Correcaminos.
“Se irá integrando más gente” dijo Rafael Flores el miércoles; “Badillo no es prioritario para el Club”, también señaló el presidente.
¿En qué afecta esto a Correcaminos?. Primero en imagen, pues el trabajo que el ex presidente de Tampico-Madero, Alebrijes, Ciudad Juárez, estaba realizando, nadie más lo estaba haciendo, ayudaba en el tema deportivo con un futbolista de peso y en el económico atrayendo inversión.
Hoy sin él, los esfuerzos se tendrán que redoblar y sobre la marcha, con el torneo ya empezado y con la imperiosa necesidad de que Correcaminos no sea ya más un lastre financiero para el erario público.
Tiempo al tiempo… ¿paciencia?, esa es decisión de la afición.
@luisdariovera