César Verástegui Ostos, fue el gran operador del cabecismo electoral en el 2016. Y hoy, Francisco Elizondo Salazar tiene la encomienda de sacar adelante el proyecto del actual sexenio panista, en el 2018.
Ambos políticos, son, a decir de muchos, los personajes más cercanos a la confianza del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. Se sabe que entre ambos equipos, existe una comunicación muy estrecha. Podríamos decir que representan los dos grandes filtros de la información que nutre al mandatario tamaulipeco.
De Francisco Elizondo Salazar, podemos decir que, se trata de un cuadro político, reclutado desde las filas empresariales del ramo transportista, en la frontera matamorense. Desde su estratégica posición como consejero nacional de las CANACAR, Francisco, a quienes sus amigos llaman por el apócope de Kiko, desempeñó a lo largo del 2013, 2014 y 2015, un efectivo e intenso activismo, denunciando la inseguridad en las carreteras de la entidad, así como las condiciones adversas, en lo inherente al encarecimiento de insumos, para la industria transportista.
En Noviembre de 2015, durante una entrevista con reporteros locales, Elizondo Salazar emitió públicamente una opinión que de manera indirecta, lo proyectaba como un hombre creyente en Dios. Al hacer alusión al tema transportista, dijo que, “Gracias a Dios, los choferes aun tienen empleo, y esto ya es una ganancia”.
“Confiamos en que las cosas mejoren para el 2016, pues la esperanza muere al último”, fue otra de sus frases. En ese momento, tal vez, ni él mismo dimensionaba que, esa esperanza en el año siguiente, le redituaría cosas enormes. Y que él, un dirigente empresarial, aliado del cabecismo, se convertiría posteriormente, en uno de los dos hombres más influyentes, del grupo en el poder.
En septiembre del año pasado, alguien filtró la línea de promover a Kiko Elizondo para el Senado de la República, lo cual, era ya un presagio de que, el empresario matamorense, tomaría la delantera.
Sin embargo,se entiende que, desde arriba, alguien dio órdenes de frenar dicha campaña. Hoy, por supuesto sabemos que, entre los planes políticos del actual dirigente estatal panista, sobresale el sueño de convertirse en el próximo senador de la república. De esta manera, Kiko, estaría siguiendo la misma ruta de su amigo y jefe Cabeza de Vaca, rumbo a la gubernatura. Sin embargo, todo dependerá de los resultados que se obtengan en la elección federal del 2018.
Uno de los hombres más cercanos a “Kiko” en Matamoros, es Hilario González, desde los tiempos difíciles, cuando ambos eran la oposición interna del PAN, ante Lety Salazar. Por cierto, habría qué ver, cuál es el camino que siguen dos políticos matamorenses como son Kiko Elizondo y Carlos García Gonzalez, el actual líder del Congreso local. En el pasado reciente hicieron causa común contra 1Lety Salazar. Pero en lo sucesivo, automáticamente están compitiendo en lo interno. Por lo pronto, el líder del congreso azul, quiere ser el próximo alcalde de su patria chica. ¿Querrá Kiko poner a alguien de su gente?
En lo que se refiere a Cesar Verástegui Ostos, dos veces alcalde de Xicotencatl y ex diputado federal, un panista que en este 2017, cumplirá 51 años, es sin duda, uno de los más experimentados, en el actual equipo sexenal. Líder cañero y con arraigo y presencia en su región, este hombre tuvo la habilidad de vislumbrar, los tiempos del cambio que, se cernían sobre el estado.
Dos años atrás, César Verástegui escribió una carta, externando sus intenciones de competir por la dirigencia estatal del PAN. Y sus palabras fueron premonitorias: “No sólo vamos por el PAN, vamos por Tamaulipas”, expresaba. Su grupo se denominaba, “Amigos con Valor y Trabajando por el Cambio”.
Con Verástegui, la Secretaría General ha recuperado la fuerza que no tenía en los pasados sexenios priístas. Uno de sus operadores es Pedro Silva Rodríguez, cuadro que, en su tiempo, sirvió con lealtad al ex gobernador Américo Villarreal, (QPD). CVO, tiene un team, con mucho temple y echado para adelante.
En la víspera de la integración del actual gabinete estatal, alguien desde adentro, buscó evitar que César llegase a la General de Gobierno, pero finalmente la confianza y el afecto del gobernador electo para su operador político del 2016, terminaron por imponerse.
Por méritos propios, Verástegui, es también, firme aspirante a una senaduría. Tanto Kiko como CVO, buscarán ganarse con trabajo y resultados, su futuro político, en el actual sexenio. Su jefe Cabeza, los está evaluando.