Hace más de 20 años, cuando en Tamaulipas era un sueño guajiro que el PAN ganara algún día la gubernatura, Roberto Salinas Salinas ya era un prominente panista, hasta heroico, por llamarle de alguna forma a la lucha que daba contra la corrupción del entonces gobernador Manuel Cavazos Lerma, sus declaraciones tronantes contra el nepotismo y excesos del priista se quedaban encerrados en su oficina generalmente, porque el dominio tricolor era casi total; hoy luego de 4 sexenios el ex presidente estatal del blanquiazul acapara las páginas de internet y los medios impresos: se convirtió en el primer cesado de la
administración de Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Así es mis queridos boes, es una combinación de mala suerte, imprudencia, impericia e irresponsabilidad lo que le pasó a Salinas Salinas, chocó el martes en estado de ebriedad con un vehículo oficial, con uniforme del gobierno panista, contra otra unidad oficial aunque del Municipio de Victoria; su suerte estaba echada y ayer fue cesado.
El Contralor estatal Mario Soria dio la noticia y Roberto, hasta ese momento subsecretario del Medio Ambiente, siguió siendo noticia, ‘de que se fue se fue’, no es la parte del gobierno que echó al PRI del poder estatal, ese sueño que debió repetir una y otra vez por más de 20 años se convirtió en pesadilla para él.
A Salinas Salinas le recuerdo en su humilde oficina de la delegación estatal azul, ahí en la planta alta del edificio de oficinas y negocios en el 17 Morelos y Matamoros. Un día entre el montón de libros y listas, pequeños cubículos amontonados, sentado junto a Roberto entrevisté a Felipe Calderón Hinojosa, entonces era dirigente nacional del PAN y sus declaraciones contra Manuel Cavazos Lerma al que calificó de fuerte candidato al juicio político; imposible no recordarlo si fue la primera nota de ocho columnas que me publicaron en EL NORTE.
El Roberto de entonces era como el Quijote, guardando las proporciones, muchas veces me pregunte en silencio ¿qué caso tenía insistir en la corrupción de Cavazos Lerma si nadie le hacía caso a sus declaraciones, si en el Congreso la aplanadora tricolor se burlaba de los panistas y perredistas, si la lucha se antojaba perdida de antemano?
Desde entonces Roberto, con el que he de decir no me unió ni me une una relación de amistad, le conozco porque lo entrevistaba y nadamás, ya era famoso por su gusto por el deporte. Era ya un connotado maratonista que iba a las principales justas del mundo como las de Los Ángeles y Nueva York.
Era, además, jefe de la familia que formó con Tere Aguilar, ex alcaldesa sustituta de Victoria y hoy diputada local, familia por cierto alejada de escándalos, más bien muy tradicional.
Todos esos años, hasta el miércoles, Roberto Salinas Salinas conservó la misma imagen, de papá ejemplar, panista de cepa, deportista, buena gente, hasta que cometió el error que le hizo caer en desgracia política.
Anoche Víctor Sáenz, jefe de la oficina del gobernador, salió en el noticiero estelar de Televisa anunciando el cese de Salinas Salinas, mientras en la pantalla se retransmitían las imágenes del panista en evidente estado etílico y el auto hecho pedazos. Pudo ser peor.
Pero desde la noche del miércoles ya el ahora ex subsecretario había sido hecho pedazos por la opinión pública.
Fue cuestionado en todos los tonos, desde los que refexionaban sobre que pudo hasta haber muerto en el ‘borrachazo’, los que criticaban a los críticos preguntando si los que hacían leña del árbol caído nunca habían cometido errores y hasta los que intentaron presentar el mal comportamiento de Salinas Salinas como el reflejo de lo que es el nuevo gobierno.
Obviamente muchos dudaban que su gran pecado terminara en cese, pero se dio desde la mañana, aunque trascendió después del mediodía.
Lástima por Roberto Salinas que le haya tocado servir de ejemplo de la falta de tolerancia a los excesos en el gobierno panista de Cabeza de Vaca, pero es un hecho que la sanción era inminente y justa.
Es un hecho que el gobierno de Cabeza de Vaca lanzó la señal correcta con el despido del funcionario, porque si de algo estaba harta la sociedad era de que actos como el del miércoles ni siquiera se publicaban y quedaban impunes.
Mala suerte, tal vez, podría decirse que tuvo buena suerte de no matarse y ahora tendrá tiempo para entender que tomar en exceso y manejar puede ser mortal.
¿Se acabo su carrera política?, muy probablemente si, al menos por varios años no creo que pueda conseguir posiciones de relevancia en la administración pública.
El grupo azul de la UAT…
No sé en qué vaya a terminar el conflicto de la Facultad de Trabajo Social de la UAT en Victoria, ayer el Consejo Universitario destituyó a las autoridades que impuso el Grupo Azul de Gonzalo Hernández. Antes había habido manifestaciones y una guerra de videos entre las partes en conflicto.
Por lo pronto el Rector Enrique Etienne Pérez del Río logró el apoyo de la asamblea y el rechazo para el grupo de Gonzalo Hernández… ¿qué sigue?, habrá que estar atentos.
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