Si alguna institución tiene chamba, Comapa es una de las más socorridas. No se escapan de las pestes, porque su labor social y administrativa siempre está en la línea crítica.
En la calle 16, calle del Centro Histórico, es epicentro en la avenida Matamoros de una descarga de aguas negras que caen a esa alcantarilla del cruce de Matamoros y 16.
Entre la calle Morelos y Matamoros, hay dos sitios que producen fétidos olores. Esto es, un registro de banqueta que produce acuosos de caca, esto es material no digestivo para la salud. Espontáneamente genera olores a granel acompañado de aguas bien negras que bajan de mitad de la calle repartiéndose entre automóviles y peatones. Pero somos nosotros, los vecinos los que recibimos esta descarga de meados y cacofonías humanas.
Otro sitio contiguo carece de drenaje, sitio que conmueve nuestras entrañas porque al carecer de drenaje el agua insalubre se une con las aguas negras de otro vecino.
Apelo a Comapa para una revisión de estos dos sitios contiguos cuyas descargas dañan la salud pública y lastiman la vida cotidiana de los vecinos, que como yo, recibimos el aroma de nalgas incomodas y anónimas.