No pretendo invadir las esferas de los periodistas deportivos, pero el tema de Correcaminos, en la Liga de Ascenso, nos compete a todos, porque lo pagamos todos, incluyendo a los que no les gusta el fútbol, los que le van a la Jaiba del Tampico Madero, todos todos, porque lo que en el equipo Naranja de Victoria se gasta es dinero público.
Así es mis queridos boes, en la capital de Tamaulipas todos lo supimos siempre y algunos lo señalamos en su momento: Correcaminos era un gran negocio para los amigos del Gobernador en turno, para una camarilla que lo manejaba como si fuera de su propiedad y algunos se hicieron más ricos con lo que todos pagábamos vía impuestos, vía presupuesto público.
¿Cuánto nos costaba el Correcaminos?, es una incógnita, porque siempre fue información clasificada, en gobierno decían que era un tema de la UAT, en la Universidad que lo manejaban de la administración estatal, el caso es que ese fue un negocio tan opaco qué hay pocos rastros para seguir.
Hoy con algo de la información que se ha rescatado de entre los ‘escombros’ que dejó el gobierno de Egidio Torre, le puedo informar que en números redondos al Correcaminos se le destinaban unos 200 millones de pesos al año para que operará con todo y su estructura administrativa.
Estamos hablando solo del dinero que salía del erario público y sin retorno rumbo al Correcaminos, no nos hemos metido con la lana que se podía obtener por los derechos de transmisiones de televisión, la concesión de venta de cervezas, productos promocionales y demás; unos cuantos millones extra.
¿Se imaginan cuántas becas de educación pudieron haberse otorgado sólo en el último sexenio?, ¿cuántos apoyos alimenticios?, ¿cuántas aulas de primaria o secundaria?, ¿cuántos aires acondicionados para los niños que estudian en condiciones deplorables?, miles de becas, de apoyos, cientos de aulas.
Por eso espero que el viernes, en que el estadio Marte R. Gómez que lucía lleno total, el flamante presidente del Correcaminos Rafael Flores Alcocer y el director administrativo Miguel Manzur Pedraza sepan de lo que se trata el encargo que tienen.
Porque a ambos hay que recordarles que la temporada pasada el estadio de Correcaminos fue el más vacío de toda la Liga de Ascenso; unos 16 mil aficionados en todo el torneo, ahora en dos partidos ya se superó esa marca; van más de 18 mil en los dos juegos.
¿Por qué volvió la gente al estadio del Corre?, no volvió porque el equipo haya hecho una extraordinaria pretemporada, o porque cerró la anterior a tambor batiente, ni siquiera calificó a la liguilla.
La gente volvió a las gradas del Marte R. Gómez, porque confía en que ahora sí, el Correcaminos sea manejado de manera profesional, porque el bono de “los vientos de cambio” los hicieron regresar, porque confían en que el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca le haya metido mano para bien al
equipo.
Por eso habría que advertirles a Flores Alcocer y Manzur Pedraza que esto no se trata de que esos 200 millones de pesos que se gastan de las arcas públicas cambie de dueño y les toque a ellos repartirse un pastel que pagamos todos, incluso, insisto, los que no le van al Correcaminos.
Tienen que entender que hay ciudadanos que están al pendientes de su pasado; uno con una serie de demandas en los equipos de fútbol en los que fue directivo y el otro con una fama nada presumible de su gusto por el dinero ganada en la campaña.
Los dos tendrán que saber que el dinero que desde hace unas semanas manejan no es de ellos, no se los regalaron, es lana de todos los tamaulipecos y están obligados a transparentarla.
Tendríamos usted y un servidor y todos los tamaulipecos el derecho de saber cuánto ganan los dos máximos directivos del Corre, los jugadores y cuánto entra por taquilla y en qué se gasta cada peso.
Deberán saber, el presidente que los victorenses y tamaulipecos no necesitamos de un personaje que venga cada semana a la capital del estado a hacer cuentas y tomarse la foto en las gradas, porque Victoria no le gusta y extrañaría la ciudad de León y el administrativo (Manzur) que la plataforma del Correcaminos poco le servirá para hacer realidad su sueño (guajiro) de ser alcalde de la ciudad.
Para ambos hay que insistirles en el cuidado de los pesos que se gastan, porque ahora ya no debe valerse mantener jugadores a cambio de favores tan extraños como al que en el pasado reciente se le daban decenas de miles porque jugaba el videojuego FIFA con el hijo del gobernador.
Reitero, más allá de lo deportivo, ese equipo le cuesta a nuestras finanzas públicas mucho dinero, que bien gastado en esparcimiento y motivación es válido, pero que podría ser invertido en otras cosas. Será malgastado si Manzur se cobra a lo chino como suena ocurrió en campaña con algunos donativos, malgastado si Flores Alcocer viene a hacer negocio personal.
Los dos y quienes los pusieron ahí deben saber que así como la gente volvió por la confianza en Cabeza de Vaca, puede pronto dejar las butacas vacías y eso sería una señal política nada favorable para dentro de un año y medio.
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