En su libro ‘¿Qué es la Democracia?’, el politólogo Giovanni Sartori expone: ‘Definir la democracia no resulta nada sencillo ni fácil’.
Por supuesto, el académico italiano parte de la simpleza etimológica para desarrollar de 430 páginas: ‘Democracia quiere decir poder popular’.
También se puede interpretar como el poder de la gente (lo que recuerda la rola llamada Power to the People, de John Lennon).
La democracia, a través de sus representantes populares (alcaldes, síndicos, regidores, diputados locales o federales, gobernadores y presidentes de la república), debería ser, en esencia, en teoría, el gobierno del pueblo… sobre o para el pueblo.
Eso implicaría una democracia participativa constante… con un gobierno abierto de manera permanente. Eso, se reitera, se establece en un marco teórico. Teoría pura, pues.
Cuando Tamaulipas por la Paz, el Congreso Nacional Ciudadano y las Organizaciones Unidas de Tamaulipas proponen la Primera Audiencia Pública Ciudadana con el objetivo de citar a los diputados federales a fin de que expliquen el motivo de su voto a favor de la Ley de Ingresos y, por consecuencia, del incremento de las gasolinas, plantean, en origen, un ejercicio democrático.
Como suele suceder, la idea de manifestarse, marchar y protestar siempre será más atractiva que deliberar, argumentar y plasmar ideas, iniciativas y proyectos.
Una semana antes, casi mil personas tomaron la calle con una marcha que partió del estacionamiento de HEB en la Avenida Ejército Mexicano: todos en contra del ‘gasolinazo’.
Al concluir esa manifestación, convocaron para el siguiente domingo (ayer) a la audiencia pública en el Auditorio Municipal de Tampico. La intención era que los diputados federales del sur de Tamaulipas asistieran, aunque se daba por un hecho que no llegarían.
Así sucedió: La tampiqueña Mercedes del Carmen Guillén Vicente, la única que no ha abierto su oficina de gestoría, ni siquiera respondió las peticiones por escrito que le enviaron.
Tampoco llegaron Esdras Romero Vega, Monserrat Arcos Velázquez y Miguel Angel González Salum. El que llegó fue César Augusto Rendón García, un legislador panista nacido en Matamoros y que forma parte de las Comisiones de Energía y de Hacienda en el Congreso de San Lázaro.
Si bien se percibió que la presencia del diputado federal matamorense se prestaba a algo ‘preparado’, la realidad es que afrontó varios cuestionamientos que lo pusieron contra la pared.
De hecho, según expresaron los organizadores, el objetivo de la audiencia no era que aquello se convirtiera en un juicio sumario en contra de los legisladores, sino que la intención era escuchar sus explicaciones, sus respuestas a las preguntas que inquietan a los ciudadanos sobre por qué subió tanto la gasolina.
Con menos asistencia que el domingo anterior, la convocatoria de Tamaulipas por la Paz, Congreso Nacional Ciudadano y Organizaciones Unidas de Tamaulipas obtuvo otro tipo de tarea cumplida: emprender un ejercicio democrático inédito.
Martha Elena Izaguirre Villanueva, química de profesión, representante y vocera de Tamaulipas por la Paz, expuso:
‘Es importante que usted (César Rendón) sepa que el objetivo de esta audiencia es ejercer nuestro derecho a ser atendidos por sus representantes en el gobierno en todos los niveles, instalando estos mecanismos de audiencias públicas como una acción permanente a las que seguiremos convocando en forma programada y en cuantas veces sea necesaria en forma extraordinaria’.
Puntualizó: ‘En esta audiencia el tema central es el alza de los combustibles que a la vez desencadena un alza en los precios de servicios y productos de uso diario en la población, afectando el bienestar social y que deteriora la posibilidad de desarrollo de todos los tamaulipecos’.
La pregunta central, eje de la reunión, se planteó prácticamente en el arranque de la sesión: ¿Por qué votaron a favor de la Ley de Ingresos sabiendo que propiciaría un alza de combustibles?
Micrófono en mano, César Rendón dio respuesta: ‘El primer paso para la aprobación del presupuesto es la Ley de Ingresos. Nosotros como Acción Nacional, siendo una oposición responsable, votamos a favor en lo general la Ley de Ingresos, y nos reservamos parte de los articulados’.
Explicó: ‘La ley de ingresos la veíamos que votarla en contra sería una irresponsabilidad, entonces votamos a favor en lo general y, en lo particular, nos reservamos los artículos relativos al IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) y los votamos en contra como Acción Nacional’.
Señaló que el PAN propuso la reducción del IEPS en un 50 por ciento, lo cual se hubiera traducido en un precio de la gasolina menor en dos pesos. Sin embargo, el voto mayoritario tricolor (y de sus aliados) favoreció el aumento de los combustibles, hoy tan cuestionado.
La audiencia pública ciudadana cumplió con su objetivo elemental: impulsar la idea de que la democracia debe ser participativa y el gobierno (en sus distintos niveles) debe ser abierto.
Falta otro objetivo: eliminar cualquier tipo de color… para alcanzar credibilidad plena.
Y PARA CERRAR…
Las finanzas del Ayuntamiento de Tampico se encuentran sumamente maltrechas, en estado crítico. Cierto, en parte, los problemas económicos vienen del pasado inmediato, pero otros son del presente. Un ejemplo: La captación del impuesto predial es la más baja en años, producto de ‘la cuesta de enero’ y del aumento de precios que afecta el bolsillo de la población.
Además, las partidas del presupuesto federal no están llegando a tiempo. Por si fuera poco, algunas áreas, entre ellas Deportes, no responden a la austeridad dictada por la alcaldesa porteña. La crisis pega duro en la administración de Jaibolandia.