Correcaminos está metido en un problema grande, mismo que debe gracias a una hilada de decisiones equivocadas que hoy lo tienen al borde de despedirse del boleto a la liguilla.
Ni trágicos, ni extremistas, simplemente realistas.
La fiesta en que la afición ha convertido el Marte R. Gómez, dista muchísimo del pobre espectáculo brindado por el equipo de la “Universidad Autónoma de Tamaulipas” y pongo entre comillas a la UAT porque es sólo un decir, a grado tal que a ocho fechas de haber iniciado el torneo, hoy los emplumados tienen una deuda grandísima con sus seguidores, sí, aún más grande con la que empezó este torneo y esta nueva etapa administrativa del club, misma que heredó 22 años de fracasos en la búsqueda de por fin ser un equipo digno de la gente que le sigue y que en realidad sea serio aspirante a títulos y el anhelado ascenso.
El sábado tuve la oportunidad de regresar de nueva cuenta a la tribuna más pasional del coloso de Carrera Torres, la cabecera norte de sol general, allá donde se ve mejor el futbol y se disfruta más el ambiente, mismo ambiente que recalco, lo hace la gente, no el equipo.
Desde allá palpe el sentir de la raza, el beneficio de la duda que le dan a un proyecto a ciegas, pues dicen desconocer de qué trata, sólo saben que cambió la directiva y aunque no se ha hablado de metas claras, muchos han regresado al estadio a la espera de algo diferente, pero que no han encontrado.
El primer registro existente sobre futbol organizado en Ciudad Victoria es del año de 1926, esto gracias a un panfleto que convoca a un “Match de Foot Ball”, se invitaba al duelo entre “los azules” contra “los rojos”; después, en 1959 por primera vez llega el balompié profesional gracias al Club Deportivo Victoria, los legendarios Cuerudos.
Casi cien años viendo futbol y 58 año años de participar en el futbol profesional, hacen de la afición de Victoria un público conocedor y exigente, por lo que ocho jornadas con cinco derrotas, un empate y apenas dos triunfos, han servido para confirmar que aquí todavía no se ha puesto siquiera la primera piedra que cimiente un proyecto real.
El sábado saludé a un gran amigo que hacía años no lo veía en el estadio, pues primero por estudios y después por cuestiones laborales tuvo que cambiar su residencia, pero no podía evadir la cita en “El Marte” al saber que había juego.
Tras la derrota, vergonzosa e increíble ante Murciélagos, mi amigo me preguntaba por twitter: “Me sorprendió la actitud de la gente. Mal juego y haciendo la ola. Por qué?. A la gente ya no le importa o confía ciegamente?”.
Lo dicho: la nobleza de la afición cueruda no conoce los límites, dio a ciegas su voto de confianza y el equipo no ha sabido aprovecharlo, el bono del beneficio de la duda podría estar por acabarse.
Vaya chamba la que tiene Correcaminos en todos los aspectos, pues el compromiso que se echó esta directiva encabezada por Rafael Flores y Miguel Mansur, es con la gente de Victoria, con la historia del club y con el gobernador Cabeza de Vaca, a quien el único cambio que hoy le pueden rendir cuentas es el del color uniforme.
Vaya paquete el que también tiene Jaime Ordiales, quien ha decidido traer refuerzos que no juegan y darle minutos a jugadores de cantera pero sin arropo e inventándoles posiciones, para después remarcar sus errores ante los micrófonos que me parece la peor de las posturas pues es él quien debe responder primero por sus decisiones y no mandar al matadero a los chavos y recalcar sus fallas, pues pareciera una campaña para decir después, “ya recibieron su oportunidad y no respondieron”, lo cual me parece hasta perverso.
En serio, hasta pena da volver a teclear que se perdió contra Murciélagos… el sábado en Tampico, sólo puede haber un resultado para que los naranjas sean disculpados por su afición de este pésimo arranque: el triunfo.
@luisdariovera