Aún con todo el apoyo de su primo (Peña Nieto) ¡Del Mazo no repunta!
‘El Peje’ sigue encabezando los pronósticos de la sucesión adelantada
García Cabeza de Vaca respalda la lucha (federal) contra delincuencia
Almaraz trabaja fuerte, en su objetivo de modernizar y limpiar la ciudad
El proceso electoral del Estado de México es considerado un laboratorio, porque de su resultado dependerían, en parte, las estrategias partidistas a diseñarse con miras al hándicap presidencial 2018.
Sobre todo cuando en escena aparece el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) prácticamente empatado con los membretes tricolor y albiceleste en
la carrera por la gubernatura que aún ostenta Eruviel Ávila Villegas.
Y eso que el llamado Grupo Atlacomulco –al que pertenece Enrique Peña Nieto–, desde hace un sexenio (+/-) opera políticamente a favor de Alfredo del Mazo Maza (primo del señor de Los Pinos, hijo de Alfredo del González y nieto de Alfredo del Mazo Vélez, quienes fueron mandatarios mexiquenses),
invirtiendo cualquier cantidad de recursos en su proyecto.
Esto hizo posible una alianza (PRI-Panal-PVEM-PES) para postular al cachorro.
Pero no ha crecido como lo esperaban sus promotores y parentela.
Acción Nacional (PAN) aún asoma indecisión para definir candidato, pese a que todo apunta que sería Juan Carlos Núñez Armas (ex alcalde de Toluca) y no Josefina Vázquez Mota, aunque las últimas mediciones la ubican por encima de su compañero de aventura interpartidista
Por Morena juega una maestra: Delfina Gómez Álvarez –surgida del Palacio Legislativo de San Lázaro–, quien solamente requirió del tutelaje de Andrés Manuel López Obrador para ser nominada –léase impuesta–, y, hasta eso, capitalizando el arrastre del mentado ‘Peje’ por llevar en su pecho el logotipo del nuevo partido.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) adolece de políticos con arrastre para dar la pelea –incluyendo a su comparsa ocasional (PT–, fuera de quien pudo y no quiso ser su abanderado –Alejandro Encinas Rodríguez–, pues el compromiso del ex jefe de Gobierno del (otrora) DF con el tabasqueño es más fuerte que el pudiera ligarlo al membrete que, en mayo 5 de 1989, inventaron un grupo de ex priistas comandados por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo.
De ahí que se hayan apuntado como pre candidatos independientes ocho ciudadanos: Abelardo Gorostieta Uribe, Andrés Cantinca Sánchez, Erasto Armando Alemán Mayen, Guillermo Eduardo Antonio Ortiz Solalinde, Isidro Pastor Medrano, Marciano Javier Ramírez Trinidad, María Teresa Castell de Oro Palacios y Vicente Sánchez Fabila.
Empero su solicitud de inscripción no significa que legalmente estén con un pie dentro de la contienda estatal, pues, como plazo para cumplir los requisitos que acrediten su elegibilidad, con firmas recabadas– en 64 de los 121 municipios–, tienen hasta el 16 de marzo entrante.
Por vía de mientras el candidato del jefe del Ejecutivo Federal sigue presionando al árbitro de esa contienda -Instituto Electoral del Estado de México (IEEM)–, para que registre a todos bajo una desgastada premisa que sugiere dividir para ganar.
Lo cierto es que aun adelantándose a los tiempos, hasta por casi un sexenio, los momios le son adversos si consideramos que prácticamente de la nada surgió la popularidad de la maestra Delfina; y que Josefina no le significa a la población mexiquense nada nuevo, aunque sí el PAN por su presencia tradicional.
Prueba de fuego
Para Enrique Peña Nieto las elecciones del 2017 en cuatro entidades no tienen el mismo interés –se lo aseguro–, pues en Veracruz se designará sólo a 212 ayuntamientos; mientras que en Coahuila, claramente espera la alternancia gubernamental (derivada de los excesos cometidos por los hermanos Moreira Valdez (Humberto y Rubén Ignacio); y, en Nayarit, un apretado proceso para designar al nuevo mandatario, 20 ayuntamientos y 30 diputados (18 de mayoría relativa y 12 plurinominales).
¡Ah!, pero allá en el Estado de México (su tierra natal), tiene fincada la esperanza de revalidar su liderazgo (¿?) como preámbulo del proceso federal del año entrante.
Quizás no para que el PRI conserve la Presidencia de la República, sino para transferírsela (por tercera vez) al membrete albiceleste, por ser parte de un acuerdo para impedir que Andrés Manuel López Obrador, en su tercer intento, logre instalarse en Palacio Nacional.
La terquedad de Enrique Peña Nieto de imponer como candidato de una coalición mexiquense a su primo es la mejor prueba de que no sabe qué hacer ya para enderezar su propio rumbo.
Y fuera de Josefina (como virtual abanderada albiceleste), no habría quien le siguiera el juego para combatir frontalmente a Morena (con todo y que la candidata adolezca de liderazgo), ya que Juan Carlos no asoma visos de prestarse a componendas, aunque sí de jugar limpio para ser el primer mandatario de la alternancia.
Como fuere, los analistas políticos consideran que, si Peña Nieto no logra sacar avante a su primo (Del Mazo Maza), menos podrá garantizar a su inventor (Carlos Salinas de Gortari) extender su dominio político, en donde, por cierto, están involucrados Diego Fernández de Ceballos y los más conspicuos enemigos del ‘Peje’, ya que de llegar el tabasqueño a la Presidencia de la República actuaría conforme a derecho contra ellos. Y, también, contra sus cómplices.
Ausencia de líderes
En el actual contexto, donde se agita la República Mexicana, merced al enorme ruido que hacen los grupos de interés y la ineficiencia del titular del Poder Ejecutivo federal –quien no logra colocarse a la altura de las circunstancias, y, muy al contrario, exhibe su proclividad hacia la confrontación con todo aquel factor de poder que no comulgue con su ideología y visión de gobierno–, es cuando se afianza la necesidad de que la política sea dignificada.
No es posible que se siga promoviendo un clima de confrontación, desde los poderes de la Unión, principalmente desde la Presidencia de la República, en virtud a que estamos llegando a límites peligrosos.
Y ya en algunos rincones de la Patria empieza a enseñar su rostro la ingobernabilidad, cuya presencia perjudica a todo el sistema.
De ahí que resulte propicio distender el ambiente y dar paso a los buenos oficios de personajes que antepongan el interés del país por encima de camarillas y grupúsculos, que con su actitud dañan al tejido social de manera torpe e irresponsable.
Hacen falta auténticos líderes y promotores de la paz y la reconciliación nacional.
Entiéndase bien: políticos de nuevo tipo que liguen la palabra con la acción y den resultados; a la par que generen un clima de confianza y sana convivencia en un marco de pluralidad. Sólo así se podría avanzar en la consolidación de la democracia y evitar que tentaciones anarquistas y autoritarias sean desactivadas en bien de los millones de mexicanos que aún creemos en la posibilidad de un país más justo y equitativo, donde se acabe con los grandes rezagos sociales que, por desgracia, aún persisten.
A más de un año de elegirse sucesor(a) de Enrique Peña Nieto, ha surgido una retahíla de aspirantes a la candidatura presidencial, sin que esto ruborice al señor de Los Pinos. Quizás porque ya está cansado, de que todo le salga mal; por él mismo animar el rejuego adelantado –para distraer la atención en aras de (sordamente) concretar sus acuerdos–, o simple y llanamente porque un bledo le importa la que le pase al pueblo.
En el juego adelantado hay cuatro priistas ¡aún!; tres albicelestes; la misma cantidad de perredistas, uno es ecologista, otro se cobija en el MC y por parte de Morena, surge también uno, en la lista donde aparecen un mar de independientes.
Por el tricolor se placean, en estricto orden alfabético por su nombre de pila:
1) Aurelio Nuño Mayer (secretario de Educación Pública);
2) José Antonio Meade Kuribreña (secretario de Hacienda);
3) José Eduardo Calzada Rovirosa (titular de la Sagarpa); y
4) Miguel Ángel Osorio Chong (secretario de Gobernación)-
En tanto que por Acción Nacional aparecen:
1) Margarita Esther Zavala Gómez del Campo (esposa de Felipe Calderón Hinojosa);
2) Rafael Moreno Valle Rosas (ex gobernador de Puebla); y
3) Ricardo Anaya Cortés (dirigente nacional del partido).
Con relación al membrete del Sol Azteca (PRD) desde ahora asoma la disputa entre:
1) Miguel Ángel Mancera Espinosa (gobernador actual de la Ciudad de México);
2) Silvano Auroles Conejo (mandatario de Michoacán); y
3) Graco Luis Ramírez Garrido Abreu (gobernador de Morelos).
Morena sólo le permite a su fundador –el mentado ‘Peje’–, Andrés Manuel López Obrador, promoverse.
Por el Verde Ecologista de México (PVEM), se mueve el mandatario de Chiapas (Manuel Velasco Coello); y
Respecto al Movimiento Ciudadano (MC) alza su mano Marcelo Luis Ebrard Casaubón, quien fuera mandatario en la capital de la República.
Los independientes que van tras la candidatura presidencial, son:
1) Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, ‘El Bronco’, (gobernador de Nuevo León);
2) Jorge Castañeda Gutman (junior de un canciller, e igual ex titular de la SRE); y
3) Juan Ramón de la Fuente Ramírez (otro junior y ex secretario de Salud).
Hasta hoy son los que se manejan en el pandero político.
Pero claro, unos con más posibilidades que otros de ser postulados.
De ahí la rebatinga que a través de las redes sociales libran entre sí, con el ánimo de persuadir a los usuarios para acrecentar su clientela.
Parámetros
En el rejuego adelantado del relevo sexenal, según establecen los sondeos más recientes, Andrés Manuel López Obrador surge muy por encima de sus posibles contendientes.
Obvio es que aún en un plano figurativo.
Pero los sondeos ha causado irritación entre al menos los panistas y priistas que apuestan a instalarse en la residencia oficial de Los Pinos, a partir del uno de diciembre del ’18.
Como fuere, de aquí al proceso electoral federal, hay un espacio, de casi ocho meses (de que inicie); y de 14, para que la sociedad defina su voto.
Mientras tanto hacia el interior de los partidos la lucha se prevé más encarnizada que nunca, por parte de los grupos de interés, por alcanzar la candidatura sexenal.
Al menos así se ve en el PAN.
Muestra de ello es la acusación que Margarita Zavala hace en contra del dirigente albiazul, Ricardo Anaya Cortés (alias ‘El Cerillo’), por utilizar la plataforma partidista con fines personales y disponer de recursos para difundir su propio proyecto.
Los priistas han soslayado abordar el tema sucesorio, pero entre los grupos coyunturales se afirma que la lucha por el poder es en serio entre cuando menos Osorio Chong, Nuño Mayer, Meade Kuribreña y Calzada Rovirosa.
Hay también una clara disputa en el PRD, dominio de ‘Los chuchos’, entre el ex gobernador de la Ciudad de México con dos mandatarios (en funciones) por la candidatura, lo que lleva a conjeturar que, resulte quien resultare candidato presidencial en el ámbito nacional carece de adeptos que lo respaldasen en su proyecto futurista.
Por eso y más sigue creciendo ‘El Peje’.
Respaldo
Los acontecimientos más recientes provocados por la delincuencia en la frontera de Tamaulipas, hoy son ventilados por el gobernador, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, destacando su apoyo al combate que se realiza para diezmar la inseguridad en la zona.
Recuperar la paz en el estado ha sido y es su oferta.
Y por eso avala la incursión de tropas en la persecución del delito.
Sobre todo porque entiende que junto al desempleo y la pobreza, es la inseguridad pública el problema que más lastiman a la sociedad.
El cáncer penetra hasta los rincones más apartados de la geografía tamaulipeca, evidenciando un tropiezo estrepitoso en la materia, aun y cuando el señor de Los Pinos, Enrique Peña Nieto, insista en que ésta, su guerra, ha resultado triunfal.
Paso a paso el hampa ha sentado sus reales y defiende a sangre y fuego los territorios ‘conquistados’, mientras la autoridad federal hasta la fecha no logra encontrar la fórmula para atenuar el lastre que atenta contra individuos y familias tanto en su patrimonio como en su integridad física y
moral.
Por el contrario, es palpable la decepción de las tantas estrategias implementadas para frenar los índices delictivos, como bien lo demuestran los acontecimientos que tienen lugar de manera cotidiana; y eso permite suponer que se cometen en un marco de impunidad.
Secuestros, violaciones, robos, tráfico y venta de estupefacientes, así como viles y cobardes asesinatos, forman parte de una larga lista de modalidades criminales que llenan a diario los espacios y tiempos de los medios de comunicación masiva y siguen a la alza.
Credibilidad a la baja
Todo ello daña la credibilidad hacia las instituciones encargadas de la seguridad pública, hasta el grado de que la población agraviada ya está harta de su incapacidad, ineptitud e ineficiencia.
Sólo cifras alegres y pretextos escuchamos por doquier por parte de los encargados de combatir el crimen, que desafortunadamente avanza en nuestro estado sin que logren detenerlo las autoridades federales.
Entonces, lo más recomendable para Enrique Peña Nieto, es que anime la participación ciudadana en la lucha contra la delincuencia, a fin de que las mujeres y los hombres de buena fe puedan enjuiciar a los malos servidores públicos, a la vez que determinen el camino a seguir, junto con las autoridades respectivas, para combatir el hampa.
Y es que de ninguna manera sería sano continuar inmersos en el círculo vicioso, donde empieza a borrarse la distinción entre maleantes y policías.
Tendencia a minimizar
Las declaraciones de altos funcionarios federales tratando de minimizar los hechos, podrían formar parte de un guion diseñado en la residencia oficial de Los Pinos. Eso lo entiendo perfectamente, pero de ninguna manera se puede convenir que en ello vaya implícita la tentación de querer negar una realidad que se palpa a diario, como es la inseguridad pública.
Bajo esta óptica tendríamos que aceptar que los crímenes que se cometen de manera frecuente en todo la entidad son algo normal, cosas naturales que no trastocan la vida de la gente y ocurren de manera circunstancial, aunque los sicarios tomen como escenario para dirimir sus desacuerdos las cabeceras municipales, ejidos y hasta las ciudades más pobladas.
Bajo esa óptica tendríamos que admitir que los delincuentes operan a ratos, de manera individual y sólo porque tuvieron la oportunidad de cobrar afrentas, las más de las veces personales o pasionales.
Lamentablemente Enrique Peña Nieto no ha podido explicarle al pueblo su fracaso.
Pero a Tamaulipas el tiempo se le agota y la sociedad muestra un justificado hartazgo.
Tan lo sabe el Gobernador que se une al reclamo.
E-m@il
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