¿Por qué sigue ganando terreno Andrés Manuel López Obrador y su MORENA en Tamaulipas?
El avance del tabasqueño y su renovado proyecto presidencial rompe los esquemas históricos de los partidos. No da un peso a medios de comunicación formales pero éstos, prácticamente sin excepción le regalan portadas y hasta la cabeza principal en los diarios, así como entradas de noticieros; no arma ruedas de prensa pero en cualquier banqueta junta a una treintena de reporteros; no ofrece puestos públicos pero le arrebata figuras, aunque sean de medio pelo para atrás, a otros membretes. Es un mentiroso redomado pero todos le creen mucho más que a sus principales adversarios, panistas y priístas.
En mi percepción, dos factores explican este vuelco que inició lento y empieza a convertirse en demoledor:
El primero, que MORENA es el único partido político que no sufre fricciones internas por el poder. Si pudieran, gran parte de sus integrantes se pondrían el nombre de Andrés Manuel y si no se vieran ridículos casi besarían el piso por donde pasara el ex priísta y ex perredista. En ese entorno su palabra es ley y su ley es mandamiento divino. Ni más ni menos.
La diferencia con lo que sucede en Acción Nacional y el Revolucionario Institucional ofrece un contraste brutal.
En estos dos partidos la guerra intestina por el poder y el control de ambos organismos desgarra lealtades y acaba con amistades y desde luego, Tamaulipas no es una excepción. Cada panista y cada priísta lleva en la mano derecha un pañuelo blanco y en la izquierda un puñal (cuchillo, para evitar malas interpretaciones), para traicionar a quien se atreviese en su camino.
El segundo es un arma formidable en su favor.
El paso de López Obrador por una administración pública –en el entonces Distrito Federal– fue muy corto y no alcanzó a contaminarlo con los señalamientos que en su momento se le endosaron. Frente a su trabajo público, el papel desempeñado por los prolongados gobiernos emanados del PAN y del PRI, especialmente en la Presidencia de la República, son los mejores aliados de Andrés Manuel, porque han acumulado tantos tropiezos y errores que los dislates de éste lo hacen parecer un boy scout entre taberneros.
Así, los pequeños desgajamientos de partidos con los que empezó a nutrirse MORENA en el trimestre final del año pasado, amenazan con transformarse en un alud. La CROC en el sur ya se pronunció por El Peje y en forma soterrada algunos líderes cetemistas guiñan un ojo a los prietitos –por el nombre no por su color– lopezobradoristas. La estrategia de quien sin duda será por tercera ocasión candidato a la Presidencia parece centrarse en los gremios laborales. Como señalé antes, el SNTE en el Estado coquetea con él a través de varios de sus ex dirigentes y en el mismo camino parece adentrarse el sindicato del IMSS y el del sector salud federal.
En los siguientes meses, las fugas políticas en Tamaulipas empezarán a parecer, no tenga dudas, desbandada. Y los nombres dejarán de ser los de los oportunistas coyunturales.
Como decían las abuelas de los chiquillos vivales: “Míralo, loquito loquito, pero ahí lleva su mandadito…”
La frase de hoy
“Felices los que saben reírse de sí mismos, porque nunca terminarán de divertirse…”
Santo Tomás Moro
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