Tal vez algunos se sorprendan con observar los coqueteos de Fernando Azcárraga López con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pero en realidad no es la primera vez que sostiene un flirteo con un proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
Va la historia del 2012:
Como todos lo saben, Gerardo Gómez Ibarra, antes de ser tesorero del Ayuntamiento de Tampico en el trienio 2013-2016, de donde salió en medio de una tremenda controversia que aún no concluye, fue coordinador de Morena (antes de que se convirtiera en partido político) en las zonas centro y sur de
Tamaulipas en el proceso electoral de hace cinco años.
El ex presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Tampico llegó a esa posición por invitación directa de un amigo suyo de la juventud: el economista y experto consultor financiero Adolfo Hellmund, un jaibo que goza de las confianzas de Andrés Manuel López Obrador.
Adolfo Hellmund jaló a la campaña presidencial de ‘El Peje’ al propietario de un negocio de materiales para la construcción en un intento por tener una conexión directa con el sector empresarial del sur tamaulipeco, una forma de tender puentes con la iniciativa privada y tratar de quitarle la imagen de ‘izquierdoso’ a AMLO.
Una vez que Gerardo Gómez Ibarra se incorporó al equipo de campaña lopezobradorista, el dos veces alcalde de Tampico, Fernando Azcárraga López, se mostró interesado en participar en la alianza de las izquierdas.
‘El tampiqueño con ganas’ planteó su petición: Convertirse en candidato de la coalición PRD-PT-Movimiento Ciudadano a la senaduría por Tamaulipas. Esa fue su propuesta.
Desde entonces, queda más que claro, el ex presidente municipal jaibo tenía la intención de renunciar al Partido Revolucionario Institucional. Y en ese año se dieron las primeras pláticas con la corriente lopezobradorista.
Al máximo nivel de la alianza de las izquierdas, ‘palomearon’ la posibilidad de que ‘el tampiqueño con ganas’ fuera candidato a senador en tierras tamaulipecas. El propio ‘Peje’ veía con buenos ojos el proyecto azcarraguista.
Incluso, se hablaba de que Gerardo Gómez Ibarra fuera designado candidato a diputado federal por el Octavo Distrito, con sede en terruño jaibo, a fin de que ambos aspirantes hicieran sinergia y tuvieran mayor impacto en el mercado electoral de la zona sur.
Sin embargo, Fernando Azcárraga López también manejaba otra carta en la mano: Ser candidato del PRI a la diputación federal por el Distrito Ocho, con cabecera en Tampico. Finalmente, ante la fuerte presión de que se fuera con la coalición de izquierda, integrada por la Revolución Democrática, el
Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, el partido tricolor tomó la decisión: el dos veces presidente municipal porteño recibió la candidatura priista a diputado federal.
Cuando Andrés Manuel López Obrador se enteró de que Fernando Azcárraga López había preferido ser candidato del PRI a la diputación federal por Tampico, se decepcionó. ‘Lo único que buscan son puestos’, dijo el aspirante presidencial en referencia a la falta de convicción ideológica.
De paso, Gerardo Gómez Ibarra tampoco quiso ser candidato a diputado federal por la coalición PRD-PT-Movimiento Ciudadano, ya que tendría que competir con su amigo, el ex alcalde jaibo, e iba a interferir en sus planes electorales. Por ello, se quedó como operador político del naciente Movimiento de Regeneración Nacional.
La realidad es que Fernando Azcárraga nunca tomó en cuenta los antecedentes de las elecciones presidenciales en Tamaulipas y, en particular, en Tampico: Desde el proceso electoral del 2000, el PAN arrollaba en las urnas de la ciudad de las jaibas y del estado.
Eso fue lo que sucedió: El candidato panista Germán Pacheco Díaz, quien para muchos parecía una presa fácil para el experimentado priista, se alzó con una aplastante victoria -con una diferencia de más de 26 mil votos- sobre ‘el tampiqueño con ganas’… a quien, de paso, le cobraron muchas facturas diversos grupos del priismo jaibo.
Tras recordar la historia, vamos al grano: El hecho de que Fernando Azcárraga haya renunciado al PRI, no quiere decir que en automático tendrá en sus manos la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Tampico. Para nada. Nel pastel.
Todo indica que el ex alcalde deberá pasar por la prueba del consenso y de las encuestas… sondeos en los que enfrentará a adversarios acérrimos… ni más, ni menos. Y eso no será fácil, ni sencillo. ¿Qué tal?
Esta historia continuará.
Y PARA CERRAR…
Una vez descarrilado el proyecto de Manuel Muñoz Cano a la presidencia estatal del PRI, la embarcación tricolor luce a la deriva.
Veremos hoy qué se desprende de la creación de la Secretaría de Atención para Estados en Oposición durante la sesión ordinaria que sostendrá por la tarde el Consejo Político Nacional del nunca Revolucionario y siempre Institucional en la Ciudad de México.
Se espera que una vez en operación esta área del CEN priista, finalmente se designe al delegado que llegará a Tamaulipas.