En México es más que evidente que los ciudadanos de todos los segmentos de la sociedad están decepcionados de los integrantes de la clase política.
Las causas son múltiples, además de corruptos, los consideran ineptos, demagogos, falsos, incumplidos, cínicos, insensibles, a los que no les interesa ayudarle a la población a resolver los problemas prioritarios.
Lamentablemente, parece que este rechazo y decepción generalizados de los servidores públicos no es privativo de nuestro país, el sentir es similar en la mayoría de las naciones de la comunidad internacional.
Recientemente surgió en Francia un movimiento denominado Obama 17 que plantea a los ciudadanos de aquella nación permitir al ex presidente de los Estados Unidos participar en el proceso electoral en el que elegirán al sucesor de Francois Holland, a sabiendas de que la ley electoral lo prohíbe.
Aun así, los dirigentes del movimiento recaban firmas de apoyo y se han propuesto reunir a un millón de ellas para solicitar que Obama se apunte en las elecciones presidenciales. Con el lema “Sí se puede”, los activistas recorren las calles de la república europea, reparten volantes, pegan propaganda y platican con la gente para pedirles que se adhieran a la petición.
Seguramente no lo conseguirán, sin embargo, lo significativo de la idea es que demuestra que en Francia, como en México y otras partes del mundo, la clase política no es bien vista y que los ciudadanos están buscando la manera de combatirla y presionarla para que atienda las exigencias comunitarias.
Como en Francia, en España han surgido organizaciones apartidistas, “Podemos” y “Ciudadanos”, son algunas de ellas, que triunfaron en las urnas y forzaron al gobierno de Mariano Rajoy a negociar con ellos para sacar acuerdos.
En México las presiones sociales obligaron al Congreso Federal a reconocer las candidaturas independientes que tampoco han dado el resultado que se esperaba, caso concreto del gobernador de Nuevo León, el Bronco Jaime Rodríguez Calderón.
La elección de gobernantes antisistema, Donald Trump es uno de los ejemplos más recientes, a los que los votantes desesperados recurren para combatir las reglas del orden establecido, a pesar de que a veces estos resultan peores que aquellos a los que repudian, revelan el grado de rechazo a los que se han hecho acreedores los sistemas políticos y los gobernantes en turno.
La problemática que aqueja a la población se ha agudizado a tal extremo que aún a aquellos a los que el marxismo les parece inaceptable como fórmula para resolver los problemas sociales del ser humano, han tenido que reconocer que las advertencias del pensador alemán que aseguran que capitalismo lleva sí mismo el germen de su propia destrucción, como las crisis recurrentes, cada vez más frecuentes producto de las contradicciones que este sistema económico conlleva, ya no parecen tan equivocadas como pensaban.
Desde la óptica marxista, el capitalismo favorece la concentración de capitales en pocas manos y a medida que está tendencia crece, el conjunto de las empresas creados por este fenómeno terminan por dominar el mercado. La acumulación genera a la vez exceso de trabajadores mal pagados, sin embargo, como lo que en un polo es acumulación de riqueza en el contrario acumula miseria, favorece un antagonismo que lleva al hundimiento.
A propósito de hundimientos, los Chuchos y Alejandra Barrales convocaron ayer a una reunión urgente de las cúpulas del PRD para tratar de que las corrientes afines les ayuden a sacar a Miguel Barbosa del cargo de coordinador de la bancada perredista del Senado que augura una fuerte confrontación que podría poner en riesgo la viabilidad de la agrupación, ya que si el senador lleva el caso a los tribunales y tiene éxito, los jerarcas del Partido del Sol Azteca se quedarían en el aire.
Y el partido entraría en un proceso de extinción o especie protegida, que difícilmente podría salvarse de la desaparición.
En el PRI, mientras tanto, siguen los jaloneos preliminares de la sucesión presidencial del 2018. A José Murat Casab lo sacaron de la pelea por la dirigencia nacional de la CNOP, imponiendo en lugar de Cristina Díaz al senador Arturo Zamora y al ex gobernador de Oaxaca le darán como premio de consolación la presidencia dela Fundación Colosio.
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