¿De qué presume Héctor Martín Garza González, conocido en las lides políticas tamaulipecas como “El Guasón”?
Tras el chismorreo desatado por los rumores sobre la posible inclusión de Óscar Luebbert Gutiérrez y Serapio Cantú Barragán en el Movimiento de Regeneración Nacional –desmentidas posteriormente por ambos– el ex candidato a gobernador por ese partido, muy en su estilo bufonesco, se ciñó la capa de matasiete y declaró que como autoridad del mismo “se reserva el derecho de admisión”.
Uff y recontra uff, como diría “El Perro” Bermúdez.
La verdad es que bajo el mando de Héctor Garza, MORENA puede ser hoy todo, menos un partido atractivo. En Tamaulipas la única carta –que se entienda bien: la única– que lo hace rescatable es Andrés Manuel López Obrador, pero el saldo que entregó “El Guasón” en el proceso electoral pasado podría desencadenar risas, si no fuera por la tragedia que significa para ese instituto.
Las cifras son lapidarias. Los morenos fueron colocados por Héctor Martín a un paso de desaparecer en nuestro Estado ante la bajísima votación alcanzada en 2016, que ni siquiera alcanzó los 34 mil sufragios.
Los números del desastre fueron inclusive más bajos que los obtenidos en el 2015, cuando obtuvieron poco más de 45 mil votos, lo cual se debió de acuerdo a las dirigencias municipales de esa corriente, a los pésimos candidatos que el Ejecutivo Nacional impuso en esta geografía el año pasado.
Entre ellos ¡sorpresa! precisamente “El Guasón”.
Si ese pasado cercano no les quita el sueño, lo sucedido en el plano general en el Estado es como una oscura pesadilla: Acción Nacional obtuvo 721,049 votos y el Revolucionario Institucional 486,124. ¿Y MORENA?… 32,183.
¡El 2.2 por ciento de la votación global!
Ese es el número de ciudadanos que cruzaron la boleta en el nombre de Héctor Garza. Si llorar pudiera remediar algo, los simpatizantes de ese Movimiento serían un mar de llanto.
¿Derecho de admisión?
Por favor, si el primero que debió haber sido detenido es precisamente “El Guasón”, que colocó a ese partido en la antesala de perder el registro en la Entidad, junto con otros tres membretes: Encuentro Social, Partido del Trabajo y el de la Revolución Democrática, mejor conocido como PRD.
¿Significa lo anterior que MORENA no tiene valor político en Tamaulipas?
Por supuesto que no. Las elecciones mencionadas no llevaban el nombre de “El Peje” en la boleta electoral, por eso la baja votación, pero es un destino manifiesto que lo harán el año entrante en la búsqueda de la Presidencia de la República.
No será una simple diferencia. Será, todos lo saben, una brutal, salvaje y demoledora diferencia, que desde hoy apunta a un cambio de colores en Los Pinos.
Y no precisamente por el azul…
¿Sí o no?
En este escenario de verdades a medias, mentiras completas y cotilleos, la versión sobre el involucramiento de Eugenio Hernández Flores en un proyecto morenista en la Entidad dio un giro.
Conforme a quienes se mueven en ese círculo, incondicionales de “Geño” como Ricardo Gamundi Rosas, Manuel Muñoz Cano y otros no tan leales pero aún
influyentes como Antonio Martínez Torres, ya sentaron las bases para apoyar al parecer en forma indirecta pero decidida, el trabajo preelectoral de Andrés Manuel López Obrador en Tamaulipas. La ausencia de un mando priísta estatal confiable alimenta esas expectativas.
Cierto o no, el tema ya pasó de un simple cosquilleo a una furiosa comezón en diversos círculos de la política estatal.
Hagan sus apuestas…
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