La Avenida de la Industria es el eje vial más importante de la zona metropolitana del sur de Tamaulipas.
Es, para quienes llegan de Ciudad Victoria, de la frontera tamaulipeca (Reynosa, Matamoros) o de Monterrey, Nuevo León, el punto de entrada a la región conurbada integrada por Altamira, Tampico y Ciudad Madero.
También es, en los hechos, la primera impresión del desarrollo urbano y del diseño de la vialidad de eso que alguna vez fue denominado como el sólido sur tamaulipeco.
Hace 12 años, Juvenal Hernández Llanos, entonces presidente municipal de Altamira, tuvo la visión de ampliar la Avenida de la Industria a cuatro carriles de ida y otros cuatro de venida.
Esa ampliación, atinada y oportuna en un momento en que el tráfico generado, en gran parte, por las empresas instaladas en el Corredor y Puerto Industrial, ya ahorcaba o asfixiaba la movilidad de los altamirenses.
Además, era vital esa ampliación debido al crecimiento poblacional de Altamira, un incremento en la cantidad de habitantes generado por las oportunidades laborales y por la construcción de fraccionamientos de interés social.
Lejos quedaban los tiempos (en las décadas de los sesentas y setentas) cuando esa avenida ni siquiera existía, ya que la conexión vial con Altamira era a través de la carretera Tampico-Mante, la que solamente contaba con dos estrechos carriles.
Sin embargo, después de ese trienio en que se amplió la principal vialidad del sur tamaulipeco, las administraciones municipales olvidaron darle mantenimiento.
Los baches, verdaderos hoyancos, comenzaron a aparecer en diversos tramos, como el que va de ‘El Veinte’ al fraccionamiento ‘Naútico’, convertido en auténtico ‘campo minado’. Tal vez se taparon algunos baches, pero con un trabajo de mala calidad que, a las primeras lluvias, quedaba exhibido.
Con la llegada de la administración municipal que preside Alma Laura Amparán, uno de los primeros objetivos trazados en materia de obra pública era rehabilitar la Avenida de la Industria.
Esa tarea comenzó ayer con el tradicional ‘banderazo’ encabezado por la alcaldesa de Altamira, quien sabe a la perfección la importancia que tiene este eje vial no sólo para su municipio, sino para toda la zona sur de Tamaulipas.
La rehabilitación de la Avenida de la Industria se emprende con recursos propios del Ayuntamiento, en una operación financiera realizada a través de los ahorros y reducción de gastos hechos hasta ahora.
Ojalá y los empresarios del Corredor Industrial y, sobre todo, la Administración Portuaria Integral (API) de Altamira, le entraran con recursos a la rehabilitación y reencarpetado de la principal avenida de la zona sur.
Durante el acto de arranque de la obra, Alma Laura Amparán volvió a hacer la solicitud formal a la API de Altamira y a las empresas petroquímicas instaladas en el municipio. Si realmente tienen interés en sostener una vinculación con la ciudad, lo harán.
Esperemos también que el gobierno federal le entre algún día a la pavimentación a base de concreto hidráulico de esta avenida, tal como lo hizo con la Avenida Monterrey. Sería una inversión que impactaría de lleno en la transformación urbana altamirense.
Por cierto, los trabajos de fresado, perfilado, renivelado, compactación y encarpetado en la Avenida de la Industria se llevarán a cabo por las noches, a fin de evitar molestias en las ‘horas pico’.
TOMAS DE PROTESTA EN EL PAN
Hoy toman protesta las nuevas mesas directivas del PAN en Tampico y Ciudad Madero, eventos a los que asistirán como testigos de lujo los directivos estatales, el presidente, Francisco Elizondo Salazar; y el secretario general, Ismael García Cabeza de Vaca.
En Tampico, Rosario González Flores tomará posesión de la presidencia del comité local. El secretario general será Rolando Ramírez Monroy.
En Ciudad Madero, Esther Lozano, quien también ganó en asamblea, asumirá el rol de presidenta del partido albiazul. La secretaría general será ocupada por José Alfredo Jiménez.
Y PARA CERRAR…
Se reitera: En año y medio más, Tampico tendrá un nuevo rico… Juan ‘El Ignorante’ Berrios.
Y todo bajo la protección de ‘El Sobrino Incómodo’.